Denuncian casos de maltrato y discriminación laboral a personas adultas con TEA
SITUACIONES. Una mujer del mundo privado y otra del ámbito público detallaron sus experiencias en sus lugares de trabajo.
Sonia Rivera (51 años) reconoce que siempre ha trabajado, sin embargo, ignoraba que tenía Trastorno del Espectro Autista (TEA). Lo descubrió por el diagnóstico de su hijo, hace un par de años, cuando ella también se realizó exámenes. "Ahí vino el cuestionamiento hacia una vida estructurada. En el mundo laboral siempre cumplí, y siempre velando a rajatabla que se puede realizar lo que mandaba mi contrato. Entendí, a través de la experiencia, que hay un desconocimiento para las personas con TEA, pues no necesariamente somos agresivos, conflictivos o desbordados emocionalmente. Somos personas estructuradas que nos caracteriza no mentir y decir lo que pensamos, y eso es molesto para la sociedad", dijo.
El conflicto laboral de Sonia sucedió en su último trabajo en la sede de Antofagasta de una conocida fundación dedicada al tratamiento del cáncer.
"Fui desvinculada aludiendo que tenían conductas repetitivas y eso a mis colegas las estresaba. Molestaba que yo me pusiera audífonos para trabajar porque el exceso de bulla es algo que no va conmigo. No salgo de carrete porque las luces me molestan y el ruido me genera incomodidad. Estoy en tratamiento desde hace un año y algo con un siquiatra, para acomodar nuevamente mi parte laboral de la mejor manera y tener la oportunidad de insertarme después de recibir acusaciones de comportamientos destructivos por mi ex empleador. Ellos me sacaron de manera abrupta de mi trabajo, lo que fue discriminador e incómodo", afirmó.
Funcionaria pública
Un caso similar es el de una funcionaria pública (42 años) de un servicio público dependiente del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, quien no quiso identificarse porque trabaja en el lugar.
"Tuve mi diagnóstico de TEA en pandemia, posterior a los diagnósticos de mis hijos. El retorno a la oficina fue complejo debido a que el confinamiento me trajo desadaptaciones como una hipersensibilidad auditiva extrema. En el trabajo comenzaron los roces con un compañero. En lo laboral soy muy rígida y apegada a las reglas. Mi compañero no cumplía los procedimientos lo que para mi era grave. Llega un momento que comienza una invasión de espacio y así tenemos un encontrón por el tema de una silla. El me percibía como una loca y enferma", detalló.
Dijo que dado el conflicto pidió apoyo, pero no lo encontró de parte del resto de los trabajadores. "Al final salí más cuestionada. Luego se hizo una investigación sumaria por maltrato hacia él, porque alude que le pegué. Yo sólo le tomé el gorro y lo lancé al piso porque en la disputa me tiraba el cuerpo encima. Después de esto se me aludió que soy una persona que está perturbando el clima laboral, y peor, con mi diagnóstico fui doblemente cuestionada. Incluso se me dijo que no habrá adecuaciones (como respetar mi espacio o un acuso recibo cuando envío un correo) si no tengo una credencial de discapacidad que tengo en trámite", indicó.
Carga sensorial
Mario Cortés, fundador de la Fundación Yo soy Autismo de Antofagasta, sostuvo que en el tema laboral hay una ley que obliga a tener un porcentaje mínimo de personas con discapacidades.
"Hay empresas que hacen una búsqueda descarnada para cumplir con el 1% y no pagar multas e integran a personas discapacitadas sin hacer ningún trabajo previo. Para integrar hay que preparar por ejemplo a los colegas. Cuando llevamos a una persona con TEA a un lugar de trabajo debemos saber cuál es su carga sensorial. Hay personas con TEA que les afecta la luz que emiten los tubos fluorescentes. Estos detalles provocan la discusión del día a día y al final se generan conflictos laborales", aseveró.
Dijo que las empresas deben adecuarse a personas con cualquier discapacidad, preparando el entorno donde ésta laborará.
"Lo ideal es que la persona con TEA pueda desarrollar su trabajo sin problemas, pero para esto debe haber apoyo, certezas y dar las responsabilidades", indicó.
"Fui desvinculada aludiendo que tenía conductas repetitivas y a mis colegas las estresaba. Molestaba que me pusiera audífonos para trabajar porque el exceso de bulla no va conmigo".
Sonia Rivera, Extrabajadora
"Lo ideal es que la persona con TEA pueda desarrollar su trabajo sin problemas, pero para esto debe haber apoyo, certezas y dar las responsabilidades".
Mario Cortés, Fundación "Yo soy Autismo"