Salida de vocera de Gobierno adelantaría nuevos cambios en el gabinete regional
POLÍTICA. Opaco despliegue del gabinete es la principal crítica a un mes del primer aniversario de la administración regional.
A 31 días en que la Delegación Presidencial y los secretarios regionales cumplan su primer año de administración, Elizabeth Bruna (PC) dejó su puesto como seremi de Gobierno, convirtiéndose en la segunda baja del gabinete de Antofagasta desde la polémica salida de Matilde Báez, quien recién había sido nombrada en Educación pero fue sacada tras acusaciones de maltrato laboral al poco tiempo de llegar al cargo.
Ayer, la delegada Karen Behrens declaró que el Ministerio Secretaría General de Gobierno (Segegob) "aceptó la renuncia voluntaria de la exseremi Elizabeth Bruna, a quien agradecemos su gestión y compromiso con el Gobierno del Presidente Boric. Los seremis y delegados son cargos de exclusiva confianza, por lo que están a disposición y todos aportamos con nuestro compromiso para focalizarnos en las tareas que la ciudadanía nos solicita".
Los trascendidos extraoficiales apuntan a que febrero será un mes de cambios paulatinos en el gabinete regional. Por lo pronto, se está a la espera de quién llegará al puesto de Bruna, aunque lo que se sabe es que el cargo seguiría siendo del Partido Comunista, considerando que es Camila Vallejo la ministra de la cartera.
Evaluación
A pesar de que la salida de la exseremi fue voluntaria, previamente su gestión había sido criticada. El rol de esta secretaría, al igual que el Ministerio, es servir de vocería para bajar información del Ejecutivo a la región, labor que Bruna -a juicio de analistas y políticos- no fue del todo satisfactoria, dejando ese rol a Behrens y por ende dejándola más expuesta.
La gestión del resto del gabinete, sin embargo, tampoco ha sido sencilla a días de cumplir su primer aniversario. Cabe indicar que esta Delegación junto a las seremi es la primera administración que completará un año oficialmente compartiendo con el Gobierno Regional.
"Analizar la gestión de la Delegación y las seremis requiere, primero, decir que ahora hay una anomalía, porque no es aceptable ni bueno que, en un mismo territorio, compartan dos autoridades de máximo nivel. Una es la delegada presidencial, y otro es el gobernador regional. Por ello, se producen necesariamente una asintonía en la gestión pública, y eso afecta el desarrollo de quienes vivimos en los territorios", explica Jorge Molina, exintendente y actual director del Centro de Estudios para la Descentralización y el Proceso Constituyente, de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la U. de Antofagasta.
Por lo anterior, agrega Molina, "uno espera que se solucione pronto la mayor transferencia de competencias a los gobernadores regionales. Es un deber imperioso". A esto, complementa que "la delegada presidencial en Antofagasta ha tenido la capacidad de tener un trabajo coordinado, tanto con los secretarios regionales y también el gobernador y el Gobierno Regional. Lo que sí veo, es que los seremis han tenido una escasa visibilidad, y no ha habido información pública respecto a las ejecuciones presupuestarias de cada uno de ellos como sector del Estado".
Más crítico es el también exintendente y actual presidente regional de la UDI, Pablo Toloza: "En realidad la evaluación es bastante mala. No ha habido un avance en la región, creo que ha habido un retroceso significativo. No se ve un trabajo por parte de los seremis, diría que de ninguna cartera".
Entre dos tierras
Para el analista político Osvaldo Villalobos, "los seremis, después de la segunda mitad del año pasado, fue evidente que salieron más", y ejemplifica con el caso de la titular regional de Salud. Respecto a Bruna, comenta: "Particularmente la seremi de Gobierno, cuando lo estaba haciendo mejor, la cambiaron. Incluso estuvo subrogando en la Delegación de El Loa una semana".
"El problema de los seremis es que están ahí entre dos tierras, entre la dependencia de la delegada y la exigencia del gobernador. Cuando se criticó al Gore por la ejecución del presupuesto, se culpó a los seremis", argumenta Villalobos.
Sobre los delegados de la región, el analista sostiene que "Karen Behrens tuvo un comienzo lento, y después pareció retomar el cargo como debió hacerlo. Pero es evidente que hay un acuerdo o un pacto de que el gobernador (Ricardo Díaz) es quien realmente resalta más. Quiero pensar que ella misma, por estrategia, se ha restado de tomar el protagonismo que requiere en el cargo".
Y mientras dice que es complejo analizar el caso de Tocopilla -su delegación provincial sufrió un cambio hace poco tiempo-, "en El Loa Miguel Ballesteros es el más correcto de los delegados. Sin hacer nada extraordinario, es quien ha mantenido por lo menos un promedio de sus apariciones, y sí ha hecho un poco más de política".
"En términos políticos, nos damos cuenta de que efectivamente la gran mayoría de las decisiones se siguen tomando en Santiago, y por lo tanto aún queda pendiente concretar esa idea de empoderar e igualar las regiones", menciona el analista político José Miguel Cabezas, académico del Centro de Investigación en Salud y Sociedad (CISS) de la U. Mayor.
Con todo, explica que los delegados a lo largo del país "también tienen muy buen momento de figuración y ejecución política en los momentos de catástrofe. Hemos visto en estas semanas que en las regiones afectadas por los lamentables incendios las delegaciones presidenciales han estado muy activas, pero no tendríamos que esperar estas catástrofes para ver que efectivamente el Estado existe, y que el Ejecutivo sí tiene la capacidad de incidir en el día a día con políticas públicas".