Organización para combatir delitos
Los vecinos de sectores residenciales han adoptado medidas preventivas y gracias al uso de la tecnología afrontan la creciente delincuencia. Es necesario organizarse, dialogar con las autoridades, presentar demandas, pero también propuestas de orden y seguridad. Asesorarse y ser colaborativos.
Siempre se ha dicho que el combate de la delincuencia es una tarea en la que debe involucrarse toda la sociedad. No sólo las autoridades, instituciones de orden y seguridad y municipios, es una labor en la que todos pueden aportar para que la acción de los delincuentes se reduzca mediante la disuasión o sean detenidos con medios de prueba para entregar a los tribunales.
La comunidad, que es la que sufre por a delincuencia, se mantenía un poco al margen y esperaba la reacción de las autoridades policiales y las civiles, quienes debían recoger sus denuncias y aplicar políticas tendientes a entregar mayor seguridad en las comunas.
Incluso, muchas veces no cumplían con el deber esencial de denunciar los delitos, principalmente, por la falta de tiempo, el descontento con el actuar de la justicia o para evitarse lo engorroso del trámite, más ahora que muchos de ellos se realizan online.
En algunos barrios y sectores industriales habían iniciativas aisladas de congregarse entre vecinos y de generar instancias que sirvieran para disuadir a los delincuentes. Allí el uso de las nuevas tecnologías jugó un rol primordial para contar con herramientas contra la delincuencia.
Hoy las experiencias se repiten y los pobladores entendieron la importancia de la organización y crearon grupos en redes sociales y contrataron alarmas comunitarias, las que les ha servido para reaccionar ante hechos delictivos en sus barrios.
Las experiencias han sido exitosas y hay muchos ejemplos en los que hubo detenciones gracias a la coordinación y al uso de alarmas y cámaras de vigilancia. Esto ha permitido alertar a Carabineros quienes finalmente cumplen con las detenciones de los criminales, quienes siembran temor en la población.
Esa labor demuestra que es necesario organizarse, dialogar con las autoridades, presentar demandas, pero también propuestas de orden y seguridad. Asesorarse y mostrar disposición individual y colectiva para colaborar en tareas antidelictuales.
Ello se ha transformado en casi una obligación, porque es imposible que Carabineros o la PDI, esté librando un combate en solitario.
Estas iniciativas debieran ser replicadas y no es para dejar de lado la labor policial, todo lo contrario, es para apoyar la función de las policías, cuidarse en comunidad y lograr reducir los índices de delincuencia que hoy nos afligen.