Durante la estadía, en nuestras aguas de la escuadra del almirante Cole, los buques bajo su mando usaron carbón nacional, el que dio espléndidos resultados y respondió a las exigencias de esas naves. A raíz de eso, el jefe naval norteqamericano, se comunicó con el Consulado de su país en Chile y pidió un completo informe sobre el carbón de las minas chilenas.
PARÍS, 27 (AP).- Los Estados Unidos y Vietnam del Norte, pusieron fin hoy sábado a su larga guerra "no declarada" y sus enviados diplomáticos brindaron con champaña por la paz y la amistad. Se les unieron los sudvietnamitas y el Viet Cong, que firmaron los documentos que estipulan una tregua, el intercambio de prisioneros y el retiro de las fuerzas de EE. UU.
El gobierno del Presidente Boric, lamentablemente para el país, es una fábrica de bochornos. Cuando todavía hay ecos del indulto a delincuentes peligrosos por simpatía política, ahora nos hacen pasar la vergüenza del año frente a nuestros hermanos argentinos.
Alguien, no sabemos con qué fin, grabó una conversación a garabato pelado de la canciller Urrejola con su equipo de cercanos, donde no dejan títere con cabeza y planifican una acción comunicacional contra el embajador argentino, para luego mandarlo por error a un chat de periodistas.
En este episodio hay fallas en tantas dimensiones, que es mejor resumirlas en dos conceptos prestados: este es un gobierno de "novatos irresponsables" (senador Quintana) y "la liviandad del debate y la pobreza del vocabulario, deja pensando si así se manejan los asuntos del Estado" (Carlos Peña).
Los gobiernos son formados por personas y las personas se equivocan. Pero la responsabilidad con que se deben asumir las tareas de gobernar es enorme y debe llevarse a cabo con seriedad, con conciencia del impacto de las decisiones. Gobernar, sea un país, una región o un municipio, es algo que debe hacerse en serio. Esto no es un juego y no podemos seguir escuchando disculpas.
Yantiel Calderón Presidenta Regional de Evópoli
La filtración del audio de la Cancillería sacó a flote la denegación del permiso para recalar a Chile al buque de la Armada británica HMS Forth, que debía presentarse en la Exponaval 2022. ¿Otra "desprolijidad" diplomática?
Adolfo Paúl LatorrePlan de Reactivación
Es una buena noticia el anuncio del Gobierno de un Plan de Reactivación Educativa, para hacerse cargo de los múltiples problemas que apremian al sistema escolar luego de dos años de interrupción educativa por la pandemia, donde los efectos negativos del encierro en salud mental y en la agudización de los problemas de aprendizaje, entre otros aspectos, acrecentaron las brechas existentes entre los alumnos de colegios públicos y privados.
Esta situación quedó de manifiesto en los resultados de la PAES, donde solo un colegio municipal está entre los 100 primeros puntajes, haciendo que -nuevamente- los mejores desempeños se centren en los mismos establecimientos de siempre, con alumnos que van luego a las mismas universidades, transformándose éstas en verdaderos ghettos para la elite.
Al alero del Plan de Reactivación Educativa y su nuevo consejo, es el espacio donde se deben generar propuestas para salir de la evidente crisis que atraviesa la educación escolar estatal, centrando allí los escasos recursos más que en la educación superior, para frenar con la segregación social que viene desde la cuna y se acrecienta en el colegio.
Asimismo, estas enormes brechas no hacen más que relevar la importancia de que Chile cuente con proyectos educativos que promuevan la movilidad social -como el de nuestra universidad-, para entregar oportunidades a alumnos que provienen de familias de menores recursos, teniendo siempre presente que el talento (y necesariamente no el conocimiento) se distribuye de manera heterogénea en todos los estratos sociales y la obligación del sistema es saber captarlo.
Rafael Rosell Aiquel Rector Universidad del Alba
Soy de las personas que cree que si al gobierno le va bien, a los chilenos nos debiera ir bien. Últimamente, se ha usado mucho el término "desprolijidad". La real academia española lo define como "descuido o falta de esmero". Ciertamente, todos, podemos cometer descuidos. Mas, no todos tienen la misma trascendencia. ¿Qué pasa cuando las faltas de esmero se hacen cada día más comunes y las cometen quienes nos gobiernan o nos representan?.
Sin el objeto de hacer un festín político por las desprolijidades que seguimos contemplando; me surgen algunas preguntas: ¿Hasta dónde podemos normalizar los descuidos? ¿Quién se hace responsable? ¿Cómo se enmiendan? ¿Quién decide cuándo se da por superada una crisis o se le baja el perfil? Los ciudadanos esperamos un poco má un caso, pero no lo concede en el otro.
P. Felipe Lizama Silva