Juan López, su historia. Nueve
"Considerando perdidas mis esperanzas de recuperar mis derechos sobre Mejillones o sus guaneras que se me había privado, impelido por estas circunstancias a renunciarlo todo, no me quedaba otra que buscar un asilo. Me dirigí a mi patria a donde arribé sin más recursos que la triste memoria del pasado."
"Restablecida al fin las relaciones entre de Chile y Bolivia, me dirigí nuevamente a este litoral, arribando a la caleta La Chimba o puerto de Antofagasta, la que me era conocida desde muchos años atrás y que desde luego la denominé "Peña Blanca", la cual estaba desierta hasta 1866; tomé posesión de ella fijando allí mi residencia permanente, y, volví a mi infatigable afán de expedicionar en busca de descubrimientos. "Al año después arribó a estas costas don José Santos Ossa, y se avecindó en este mismo lugar con el propósito de hacer sus exploraciones al interior, pero carecía del principal elemento, el agua, y a fin de que no fracasase su empresa me propuse facilitarle este recurso; le auxilié con él por un largo tiempo y a mucha costa, pues tenía que ocurrir en su busca a una distancia considerable por mar, al Morro Moreno. Esta prodigalidad desinteresada de mi jenerosidad, me tenía reservado una buena parte de perjuicios. "Más tarde, Ossa asociado a una Compañía que promovió para la explotación de las salitreras descubiertas, se apoderó de una gran extensión de terreno para su Establecimiento, despojándome del que yo poseía y destruyéndome a la vez una gran cancha de piedras que tenía construida para el depósito de mis metales, y sin más voluntad que la propia se apoderó de todo el material de que se componía, sin que fuese capaz de indemnizarme hasta hoy un solo centavo de su costo, que no importaba menos de quinientos pesos. "En resumen Mejillones me debe el descubrimiento de sus guaneras, la reputación que goza y la gran explotación que produce a dos repúblicas hermanas y amigas. Del puerto de Antofagasta, yo he sido su piedra fundamental, labré sus cimientos, y soy el primer habitante que fundó su edificio".
Isaac Arce (1863-1951), de Narraciones Históricas de Antofagasta