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Secuestro de empresario: Tohá afirma que "se pagó un rescate" y la UDI advierte que incentivaría ilícitos

POLICIAL. Fue liberado luego de 35 horas cautivo. Tres hombres quedaron en prisión preventiva. "No podemos exponer cómo se realiza la negociación", dijo el fiscal.
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La ministra del Interior, Carolina Tohá, se refirió a la formalización de tres hombres por el secuestro de un empresario rancagüino, durante casi 40 horas, junto a la detención de un cuarto sujeto de interés: "Se pagó un rescate, fue parte de la negociación, es lo que se hace en estos casos porque la prioridad es la seguridad de la persona secuestrada".

Diversos medios de comunicación señalaron ayer que, según fuentes policiales, se pagaron entre $40 y $60 millones por la liberación de Rudy Basualdo (50), lo cual ocurrió durante la madrugada.

La autoridad fue consultada sobre si el hecho de negociar con antisociales, junto con pagar un rescate podría, eventualmente, generar una "ola de secuestros": frente a esto llamó a esperar que "termine esta historia para llegar a esas conclusiones", porque "cuando tenemos un secuestrado recuperado, sano y salvo, lo que es importante se ha salvaguardado".

Tohá agregó que la esposa del empresario metalúrgico "estuvo involucrada activamente en todo el proceso de negociación, pasó por momentos tremendos en estas horas".

Basualdo fue raptado en Rancagua, al interior de su empresa, donde los sujetos accedieron a través de un hombre que fingió solicitar trabajo. El fiscal de la Región de O'Higgins, Emiliano Arias, señaló que "todo lo que diga relación con el proceso, si existieron eventuales pagos y montos, evidentemente dañarían la investigación en curso, así que no me referiré más allá de la formalización, que da cuenta que existe un secuestro de naturaleza extorsiva".

"Estamos frente a un nuevo fenómeno, esto es criminalidad organizada, no podemos exponer a la familia, no podemos exponer cómo se realiza la negociación", agregó el persecutor.

Los diputados UDI Jorge Alessandri, Felipe Donoso y Natalia Romero indicaron que "no nos extrañemos si el día de mañana, a partir de esta irresponsable declaración de la ministra, comienzan a aumentar los secuestros en nuestro país".

Esto fue calificado como "imprudente" por los legisladores, ya que "en ninguna parte del mundo, de acuerdo a lo que aconsejan todos los expertos, se revela esa información, porque lo único que generan son señales de impunidad y terminan abriendo la puerta para que se sigan cometiendo estos delitos".

Tres formalizados

Tres hombres, de 23, 25 y 26 años, los dos primeros venezolanos y el tercero colombiano, todos con ingreso irregular al país, fueron formalizados ayer por secuestro agravado, robo con intimidación, conducción de vehículo con placa patente falsa, tenencia ilegal de arma de fuego prohibida y tenencia de municiones, por lo que quedaron en prisión preventiva.

Investigan 10 detonaciones que obligaron a evacuar tres malls en Concepción: hay siete lesionados

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Tres centros comerciales tuvieron que ser evacuados ayer en la tarde luego de que estallaran al menos 10 artefactos en la Región del Biobío.

Se trata de detonaciones que ocurrieron en el Mall del Centro, Mirador Bío Bío y Trébol.

"Esto dice relación con la detonación de artefactos químicos simulados o con expansión forzada, que son producto de una combinación de ácido muriático con otras sustancias, que están en proceso de investigación", dijo el general César Bobadilla, jefe de zona de Carabineros.

"Fueron 10 los artefactos detonados, cinco en el mall de Costanera (Mirador Bío Bío), dos en el mall del Trébol y tres en el mall del Centro", detalló.

El fiscal instruyó al OS9 y Labocar para indagar el hecho y dar con los responsables.

Los incómodos viejos

Joaquín García-Huidobro
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Mi abuela Amelia era un personaje. Había nacido a comienzos del siglo XX, pero tenía una mentalidad muy moderna, yo diría que propia del siglo XXIV: era una mujer chispeante, lectora, culta y llena de vida. Cuando ya tenía muchos años, se subió a una micro como todos los días para hacer un recorrido habitual. Como se demoraba un poco, una joven que estaba detrás le dijo: "-¡Vieja!" Ella no se complicó la vida, se dio media vuelta y le contestó, con la mejor de las sonrisas: "-¡Le deseo, jovencita, que nunca llegue a mi edad!". La joven bajó la cara, avergonzada.

No olvidemos que, en todas las culturas de la historia, la figura del anciano siempre fue muy respetada. Tal era el caso de los mayas, los griegos, los judíos, los árabes, y diversos pueblos africanos. La palabra "presbítero", que se usa en el cristianismo para designar a los sacerdotes, significa precisamente eso: "anciano". En nuestros tiempos, en cambio, los viejos incomodan: son lentos, improductivos y sus arrugas desentonan con los ideales de belleza que difunden las pantallas.

Hace años, el cineasta argentino Leopoldo Torre Nilsson llevó a la pantalla La guerra del cerdo (1975), basada en una novela de Bioy Casares. Muestra una sociedad donde los jóvenes no sólo miran a los ancianos con asco, sino que incluso los matan. En la actualidad, Suiza tiene montada toda una industria para que las personas viejas vayan a terminar allí sus días, en unas modernas clínicas que proveen servicios de suicidio asistido. Son tan eficientes que, antes de administrarles una pócima letal, les dan un fármaco que les impide vomitar. No sea que alguno se arrepienta.

La calidad de una sociedad no se mide por el PIB o la altura de sus edificios, sino por la forma en que trata a sus miembros más débiles, entre ellos los ancianos. ¿Cómo andamos en Chile en esta materia? Durante décadas, se construyeron edificios que parecían partir de la base de que nunca nadie iba a necesitar unas muletas o requerir una silla de ruedas. Hemos progresado un poco, porque los ancianos se han beneficiado de las mejoras pensadas para personas con dificultades para trasladarse, pero está claro que la actitud general ante la vejez no es precisamente la más deseable.

¿A qué se debe esta dificultad para integrar a los ancianos en nuestra ajetreada vida? Sería fácil decir que la causa es el egoísmo de la gente, pero lo cierto es que esta parece ser la sociedad de los apurados, donde, además, todo tiene que ser medible y el acto de cuidar no parece ser rentable en términos de uso del tiempo. Todavía hay muchas personas que dedican buena parte de su vida al cuidado de sus padres y abuelos, pero da la impresión de que su número disminuye.

Además, la filosofía hedonista dominante tampoco ayuda mucho. Si el fin de la vida es "pasarlo bien", entonces la figura de los viejos viene a arruinarnos el espectáculo, porque nos recuerdan que un cuerpo joven y sano es algo meramente transitorio.

Por otra parte, es interesante comprobar que, al mismo tiempo, para muchos jóvenes la figura de sus abuelos ha adquirido un protagonismo muy particular. Con o sin razón, piensan que sus padres les han fallado y sus abuelos han pasado a ser unas personas en las que realmente se puede confiar. Como se ve, estamos ante fenómenos muy complejos, porque se descarta a los viejos y al mismo tiempo se los necesita.

He conocido muchos viejos notables en mi vida. Pienso, por ejemplo, en María Luisa: su cara estaba llena de arrugas y eso le daba una dignidad especial. Todo lo que decía era importante; tenía, por decirlo así, más peso específico que el resto de los seres humanos. Ella y su marido, un destacado historiador, habían dedicado su vida a sacar adelante unos colegios para educar a niños en situación vulnerable. Comprenderás que una persona que está dedicada completamente a los demás no tiene tiempo para inquietarse porque le apareció una arruga en la cara.

No es una estrategia inteligente olvidarse de los viejos ni, mucho menos, despreciarlos. Conozco a estudiantes que han empezado a reunirse con alguno de sus abuelos y que toman nota en un cuaderno de muchas historias antiguas, para que no se pierdan. Algún día las pondrán por escrito, o al menos les servirán para contársela a sus hijos y nietos, de modo que sepan de dónde vienen.