SUDOKU
Llenar las casillas con cifras de 1 a 9 de modo que en cada fila, columna y "caja" aparezcan solamente esos nueve números sin repetirse.
Solución día anterior
Llenar las casillas con cifras de 1 a 9 de modo que en cada fila, columna y "caja" aparezcan solamente esos nueve números sin repetirse.
Solución día anterior
En la mañana del 8 octubre de 1879, frente a Punta Tames, comuna de Mejillones, se logra la captura del Huáscar, monitor peruano que tenía siempre en alerta a las costas chilenas debido a sus constantes apariciones en los puertos de Antofagasta y Caldera. Con la muerte de su comandante., Miguel Grau Seminario, y el Huáscar en manos chilenas, el poderío marítimo estaba zanjado y Chile finalmente podía iniciar el avance terrestre hacia el norte.
Este hecho es catalogado como una gran hazaña de la Armada chilena y el nombre del comandante Juan José Latorre se perpetúa en los anales de historia de la Guerra del Pacífico. Sin embargo, investigaciones territoriales regionales han sacado a la luz dos nombres que deben ser recordados e incluidos en las glorias nacionales.
El primero es el de la profesora normalista, Susana Salinas Valdivia, quien, para 1879, presta servicios como telegrafista en la costa de Los Vilos. Gracias a su agudeza e instinto, una oscura noche del 6 de octubre, logra divisar al Huáscar por las costas vileñas. Toma contacto con Illapel enviando este mensaje: "Huáscar llegó a este puerto 10 de la noche, fondeó unos minutos, observó en redondo, regresó rectamente al norte". La noticia de la presencia del monitor es enviada al presidente Pinto, quien da la orden de alerta a la división chilena lo que permite su captura. Esta investigación fue levantada por la gestora cultural Claudia Velasco y el historiador Joel Avilez.
El segundo nombre es el del joven grumete chileno, Domingo Johnson Rodríguez, acólito del capellán Ortúzar, ambos tripulantes del glorioso Cochrane. Johnson llevaba 2 meses en la armada y tenía solo 14 años. Aquel 8 de octubre recibe heridas de metralla graves en su estómago, agoniza hasta el día 9. Por eso que no aparece en los partes oficiales como la única baja del combate en sí. Su cuerpo es sepultado en el antiguo cementerio de Mejillones donde descansa hasta el día de hoy. Esta investigación es levantada por el historiador, mejillonino Wilfredo Santoro Cerda. Felicitaciones a quienes desde el propio territorio levantan la voz por quienes nuestra historia aún no les da el lugar que merecen.
Ana Olivares Cepeda, Guía de Turismo Patrimonial