Dos agentes de seguridad mueren en protestas en Irán
CRISIS. Una emisión del líder supremo Ali Jameneí en la TV estatal fue interrumpida y apareció el mensaje "tus manos están llenas de la sangre de nuestros jóvenes".
Al menos dos miembros de los basijis, la milicia paramilitar leal al régimen iraní, han muerto en los últimos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que protestan la muerte de Mahsa Amini y piden más libertades.
La agencia de noticias IRNA informó ayer domingo que un basiji murió en la ciudad de Sanandaj, capital del Kurdistán iraní, en choques con "alborotadores" y no ofreció más detalles.
Un segundo miembro de estas milicias islámicas murió en los "disturbios" en Teherán, informó el portavoz del Consejo Municipal de la capital, Alireza Nadalí, según la agencia de noticias Tasnim. Según la fuente, la víctima murió víctima de "un arma de fuego" y tenía la cara llena de perdigones.
Desde que comenzaron las protestas por la muerte de Amini el 16 de septiembre al menos una docena de efectivos de las fuerzas de seguridad han muerto en los choques con manifestantes, según las informaciones de medios oficiales.
Crecen protestas
Irán vivió el sábado duros enfrentamientos en varias ciudades del país, entre ellas Teherán, donde las protestas se extendieron a diferentes puntos, desde el sureño Gran Bazar, a la norteña plaza de Tajrish.
El Kurdistán iraní, región de origen de Amini, también vivió el sábado fuertes choques y allí murió al menos un civil de un disparo, una muerte que la Policía atribuyó a "fuerzas contrarrevolucionarias".
Tras los choques, el Gobernador del Kurdistán cerró ayer los colegios y las universidades de la región.
El motivo oficial del cierre es el "aniversario del nacimiento del Profeta del islam", pero otros años esa festividad se festejaba en esa región con una reducción de las horas lectivas.
El caso Amini
Mahsa Amini, de 22 años, murió el 16 de septiembre tras ser detenida tres días antes por la llamada Policía de la moral en Teherán por considerar que llevaba mal puesto el velo islámico.
Su muerte desató unas protestas que se suceden desde entonces y han ido mutando desde grandes movilizaciones con mujeres quemando velos fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad a las universidades e incluso a colegios en los que las niñas se quitan los velos.
Esos choques causaron 41 muertos según el recuento de la televisión estatal de la semana pasada, pero la ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, eleva la cifra a 92.
Hackeo al líder supremo
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, se ha convertido en el objeto de la ira de muchos de los jóvenes que participan en las protestas por la muerte de Mahsa Amini, con gritos de "muerte al dictador" o con el "hackeo" de sus intervenciones televisivas.
"Tus manos están llenas de la sangre de nuestros jóvenes", vieron unos incrédulos espectadores en el informativo nocturno de la televisión estatal.
La programación del canal estatal mostraba a Jameneí en una intervención con un grupo de clérigos cuando en pantalla apareció algo que nadie esperaba. La imagen cambió para mostrar a Jameneí rodeado de llamas y con una mira de un fusil sobre él, mientras abajo aparecieron fotos de Amini y de otras jóvenes que han muerto en las protestas. Además, una voz en off recitaba sobre estas imágenes el eslogan de las protestas: "Mujer, libertad, vida".
Al cortarse la imagen, se pudo ver al presentador del informativo con gesto compungido diciendo "queridísimos espectadores les invito a que vean el resto de las noticias".
El grupo de hackers Edalat-e Ali (Justicia de Ali) se responsabilizó de la acción.
La figura de Jameneí es uno de los objetivos de los jóvenes que protestan desde la muerte de Amini el 16 de septiembre pasado tras ser detenida.
En las múltiples protestas a lo largo del país uno de los cánticos es "Muerte al dictador", en referencia al líder supremo. También resuenan "Muerte a Jameneí" o "Muerta a la República Islámica". Esos gritos resuenan por las noches en numerosos barrios de Teherán desde las ventanas de las casas.
El líder religioso de 83 años reapareció a mediados de septiembre tras reportes y rumores sobre su mala salud.
A pesar de varias apariciones públicas, no fue hasta el 3 de octubre, pasadas las dos semanas de protestas, que hizo mención a la muerte de Amini: culpó a Estados Unidos e Israel de las protestas y calificó la muerte de Amini de "desoladora".