"It's on me" El Presidente paga
"Nuevamente un autogol, esta vez de media cancha y por una mujer que no es novel en estas lides. Lo realizado por Jeanette Vega es de lejos lo más complicado que podría enfrentar el gobierno". Osvaldo Villalobos Corante, Analista político
Una de las expresiones que escucho a diario en mi estadía en Canadá es "It's on me" que no tiene un significado literal en nuestro denostado "idioma chileno" y se utiliza para comunicar a los eventuales acompañantes a un restaurante que existe la intención de pagar por todos. Un gesto bien valorado, pero que no debe repetirse muy seguido o la amistad corre riesgo serio de extinguirse.
El gobierno de Gabriel Boric se ha caracterizado, en sus primeros meses por no mantener una constante y ha tenido una semana buena para pasar a una mala o muy mala. Como ejemplo mencionaré que después de la cuenta pública del 1 de junio su aprobación subió varios puntos rompiendo la tendencia a la baja que existía en ese momento.
Sin embargo y como el mismo Presidente adelantó, el gobierno estará sujeto a varias turbulencias. Lo anterior ha impedido que el Gobierno despegue de una buena vez y de paso sustentar desde lo empírico la opción del apruebo.
Como analizamos semanas anteriores, el Presidente Boric es el mayor activo político que tiene su sector y ha tenido la generosidad o imprudencia (califique usted según su opinión) de poner todo su capital político en favor de su conglomerado. Lamentablemente para él, su propio sector y su gabinete no terminan de cometer errores no forzados y se transforman en una cruz para la imagen política del Presidente.
Hace aproximadamente dos semanas y cuando el apruebo parecía remontar fue el ministro Giorgio Jackson el que incendió la pradera con su elevado autoconcepto político y abrió una grieta que será obviada antes del plebiscito, pero los cuchillos ya están afilados y curados con ajo para después del 4 de septiembre.
Después del gustito de Jackson, el Presidente Boric nuevamente se puso el overol y salió a la calle a defender el gobierno y su opción en el plebiscito, 10 días le costó a la Secom volver a controlar la agenda informativa si hasta el estado de derecho parecía funcionar nuevamente al detener a Héctor Llaitul y de pasada el apruebo tomaba nuevos bríos y... ¿que pasó?
Nuevamente un autogol, esta vez de media cancha y por una mujer que no es novel en estas lides. Lo realizado por Jeanette Vega es de lejos lo más complicado que podría enfrentar el gobierno, su imprudencia cruza una frontera peligrosa que ni la oposición se había atrevido a mencionar. A propósito, si las encuestas son certeras será la primera elección ganada por un sector político que no hace campaña y esconde sus figuras.
Quedarán para el bronce los cuestionamientos realizados por algunos parlamentarios y dirigentes de Apruebo Dignidad en torno a la filtración de la información. Como si la culpa fuera de la prensa por hacer su trabajo.
Así nuevamente el Presidente Gabriel Boric saca su tarjeta de crédito político y paga una abultada cuenta por otros, imagino que con pocas ganas esta vez. A nadie les gusta pagar por una cena aburrida y con mal sabor.
Es de esperar que en los seguros cambios de gabinete ministerial y autoridades regionales que urge después del plebiscito el Presidente pueda decir: "split the bill please": cuentas separadas por favor.