"Lamento profundamente que el alcalde sea un impedimento para subsanar esta situación"
En su visita a la región de Antofagasta, para conocer en terreno la paralización que aqueja a más de 30 establecimientos de la CMDS, el presidente nacional del colegio de profesores, Carlos Díaz Marchant, conversó con El Mercurio de Antofagasta para evaluar las movilizaciones, y de paso, cuestionar el rol del alcalde Jonathan Velásquez y de la Delegación Presidencial Regional en el conflicto.
¿Cuál es su impresión de la paralización que llevan adelante más de 30 establecimientos de CMDS?
-Esta situación de paralización es la respuesta legítima, justa que dan los profesores de Antofagasta, tras una serie de situaciones que hoy se están dando. Por supuesto que no se puede permitir que en las condiciones que presentan algunos establecimientos se desarrollen clases. No son las que corresponden. Ni para los estudiantes, ni para los profesores. Y si hablamos de un concepto tan de moda hoy, como lo es la violencia, podríamos decir que es violencia pretender que los niños estudien y los profesores trabajen en esas condiciones. Y si a eso agregamos el no pago de sueldos, problemas sanitarios y de otro tipo, por supuesto que es absolutamente legítima la lucha que llevan adelante los profesores de Antofagasta.
El problema de presentar proyectos e implementarlos, es que ameritan tiempo que hoy no tienen los estudiantes ¿Cómo ve usted este escenario?
-Estuve en Antofagasta precisamente para buscar caminos y posibles soluciones. Lamento profundamente que el alcalde de la comuna, sea prácticamente un impedimento para subsanar esta situación. Ayer tuvimos una reunión con la delegada presidencial para analizar el problema. El alcalde estaba citado a una reunión posterior precisamente para buscar puntos de encuentro y de solución, incluyendo proyectos concretos de ayudas para resolver esta problemática y por la tarde fuimos informados que el alcalde no llegó a la reunión. Uno esperaría que el alcalde fuera el más preocupado por encontrar puntos de encuentro con las autoridades de gobierno, ministeriales y otras autoridades para resolver el problema.
Si al alcalde le preocupara realmente la educación de los estudiantes en Antofagasta, él debería ser el primero en abrir las puertas y buscar caminos de solución. Y yo, por lo que percibí ayer (martes), más que resolver problemas se ha transformado en un conflicto. No asiste a la reunión, no busca caminos de solución, no presenta proyectos. No pide apoyos, que es una de las cosas que cualquier esperaría de un alcalde en esta situación.
En ese contexto ¿Cómo evalúa el rol de los municipios en general, tanto previo como después del retorno a clases, pensando en la obligatoriedad de la presencialidad en el proceso actual?
-Hay municipios que sí han manifestado una preocupación y se han dado el trabajo de buscar recursos de alguna parte, para poder inyectar solvencia y mejorar las condiciones de los establecimientos educacionales. No todos los alcaldes han sido irresponsables como el alcalde de Antofagasta. Tampoco todos los alcaldes se han quedado en la situación lamentándose, diciendo que no hay recursos y que por tanto no hay nada que hacer. Lo que no quita el hecho de que al no haber recursos desde nivel central, muchos de estos problemas de infraestructura no pueden ser resueltos. Entonces si bien hay alcaldes que han demostrado preocupación, muchas veces se quedan de brazos de cruzados, porque no basta con la preocupación. Lo que hoy está en crisis es el sistema educacional municipal. Nosotros hemos dicho muchas veces que lo que necesitamos es el retorno de los colegios al Estado. Hoy (ayer) tuvimos una marcha multitudinaria, en Calama. Fuimos miles las personas que salimos a la calle contra los servicios locales de educación porque tampoco son la solución. El retorno de los colegios al Estado, es lo que garantizaría un Estado que se preocupe de tener los establecimientos y ambientes escolares como corresponde, cuestión que hoy lamentablemente no sucede.
Durante su paso por Antofagasta ¿Le explicaron los docentes cuáles podrían ser algunas alternativas para aminorar la pérdida de clases mientras dure la paralización o no hay nada?
-Aquí hay un ambiente de preocupación constante por parte de nuestros colegas. Ellos saben que son los estudiantes quienes están siendo perjudicados, pero nos gustaría que el alcalde también se diera cuenta de eso. Los profesores están en la mejor disposición que esto se resuelva pronto, en la medida que haya acuerdos concretos, con fechas concretas. Nadie dice que se tiene que resolver esto ahora, es imposible, pero que sí haya claridad y compromiso por parte de las autoridades respecto de fechas y plazos concretos de los arreglos que se tienen que hacer y eso lo que hasta el día de hoy el alcalde ha sido incapaz de entregar.
¿Cuál, a su juicio, debiese ser el rol de la superintendencia de Educación o el propio Ministerio, en este tema, y respecto de lo que ocurre en Antofagasta?
-Más que estar vigilando las situaciones que se están dando, creemos que desde la superintendencia y desde el ministerio, debiese llegar apoyos y herramientas concretas que permitan ir mejorando las condiciones. Ese es el tema de fondo. La superintendencia claro que vigila estas situaciones, entrega las sanciones, pero el tema no va por ahí, sino más bien por comenzar un diálogo a nivel nacional, donde se trabaje en un plan concreto y donde la superintendencia puede aportar mucho desde la experiencia, desde la lógica normativa, los protocolos y sus cumplimientos, pero si no hay un plan nacional, para enfrentar todas estas situaciones, incluida la violencia, esto en realidad va a perdurar y eso es lo que nos preocupa de fondo.
¿Cómo interpreta usted los episodios de violencia que se han producido tanto dentro como fuera de la sala de clases, ya sea entre estudiantes o a veces apoderados?
-Es un fiel reflejo de la situación que tenemos en este país, donde lamentablemente vivimos en una violencia estructural que se ha ido normalizando en Chile. Y creemos que eso es muy grave. Nos preocupa, nos parece grave lo que ocurre y creemos que aquí se requiere una intervención directa del Ministerio de Educación, que también encuentro que está muy lento en sus acciones. Aun no tenemos un plan nacional parea intervenir respecto de la violencia y avanzar a la convivencia escolar. Es un plan que urge, y donde la salida a todo este tema debe ser educativa, no con más policías y carabineros, sino con más apoyo a la educación pública chilena.