En la comuna de Sierra Gorda están preocupados y hasta molestos por el poco avance en la solución al problema que afecta a la Ruta 5 norte, a la altura del kilómetro 1.407, frente a la operación minera Mantos Cooper. En ese sector, tanto la calzada como la vía del ferrocarril están sufriendo graves daños por el aumento del nivel freático (zona superior del agua del acuífero de Sierra Gorda).

La alcaldesa de Sierra Gorda, Deborah Paredes, dijo que en el mes de octubre manifestaron la inquietud al delegado presidencial de ese momento, quien estaba con el inspector fiscal de la concesión en donde se les informó que se estaban realizando calicatas (perforaciones) para determinar el problema, "cosa que hasta el día de hoy no se nos ha hecho llegar ningún informe".

En paralelo, agregó, que saben que Minera Mantos Cooper, la Superintendencia de Medio Ambiente y otras instituciones públicas y privadas llevan tiempo en reuniones y conversaciones, "sin embargo, vecinas y vecinos de Baquedano y Sierra Gorda llevan mucho más tiempo lidiando, día a día, con esta problemática que conlleva un alto riesgo para la seguridad vial en su habitual tránsito que realizan".

Investigación

La edil sostuvo que posteriormente, en vista de que no se ha logrado un avance, "como municipio junto a los concejales de la comuna, el día 8 de marzo realizamos una solicitud de investigación la cual la ingresamos a la Contraloría Regional, a fin de que la inspección fiscal del MOP solucione de manera definitiva el problema, ya que esto afecta diariamente a nuestros vecinos".

En este sentido, Deborah Paredes aseveró que como solución se planteó que se generen los estudios necesarios y las mejoras propias del sector, ya que el valor del peaje es alto, "lo que no se condice con el servicio entregado, tampoco existen compensaciones, ni soluciones efectivas, pero seguimos pagando, hasta cuándo o estamos esperando un accidente fatal. Necesitamos unir fuerzas la comunidad, autoridades regionales y nacionales para poner fin a esto a la brevedad posible".

En esta misma línea, el senador Pedro Araya anunció que oficiará a los organismos pertinentes para que resuelva, a la brevedad, todas las diligencias, estudios y/o acciones pendientes a fin de reforzar las medidas de seguridad en este tramo de la ruta 5, así como para esclarecer el motivo de lo que acontece, a la altura del kilómetro 1.407. "Lo que no puede ocurrir y que debemos prevenir, por todos lados, es un posible accidente que enlute una vez más nuestras carreteras", indicó el parlamentario.

Comunidad

En tanto el concejal Mauricio Campillay afirmó que el evidente hundimiento de la carretera ha generado mayor interés por el efecto contra las grandes empresas, y no contra las personas que habitan la comuna.

"Aquí hay privados que se pueden hacer responsables; hay un concesionaria que cuida sus intereses y una minera que trata de resguardarse. Hay millones de pesos en juego para solucionar este problema. Sin embargo es un dilema antiguo para los habitantes de la comuna, porque ya había indicios que el terreno, en general, está en proceso de hundimiento y no ha existido una investigación científica que resuelva esto, o que se diga si se puede construir en ciertos lugares o no", indicó.

Así precisó que en la comuna ya se han catastrado cerca de 16 hundimientos de terreno. "Hay una vecina que prácticamente se le está hundiendo la casa. El problema de la vecina ha sido denunciado, pero la vecina como no es concesionaria o no es de una minera, no existe interés por ella. Es más, podríamos decir que la municipalidad de Sierra Gorda hoy no tiene un lugar físico, pues estamos funcionando en un contenedor. Estamos funcionando de esa manera porque dentro de la municipalidad se generó un socavón gigantesco y está en un estado de abandono. Los hundimientos son un tema comunal, antiguo, que no ha tenido solución ni investigación -reiteró- y que nos afecta a todos. Sin embargo la carretera genera interés y visibilidad por el dinero que hay en juego".

Respecto a la carretera, dijo que como comuna no interesa el litigio de quién es el responsable, si no más bien, que la calidad del servicio que entrega la concesionaria y el cobro que efectúa por su uso, no está a la altura del estándar de seguridad ofertado.