Antofagasta: ¿un modelo urbano para el país?
"La ciudad se encuentra en un momento favorable de empezar a superar la imagen desmejorada frente al resto de los principales centros urbanos del país".
El año recién pasado la consultora Visión Humana dio a conocer los resultados de su encuesta denominada Imagen Ciudad, la cual involucró 2000 entrevistas a mayores de 18 años de todos los grupos socioeconómicos del país, una medición que incorpora a 24 ciudades, entre las cuales se mide a Antofagasta y Calama. El instrumento, tiene por objetivo evaluar 4 dimensiones claves de los principales centros urbanos: que ciudad es mejor para vivir, para trabajar, para estudiar y para visitar.
El estudio se desarrolla anualmente desde el año 2010, lo que permite seguir la evolución de las fortalezas y debilidades que experimentan las ciudades en aquellas dimensiones. La ciudad de Antofagasta, hasta el 2013 ocupó en promedio el octavo lugar, una posición que la ubicaba entre las 10 primeras a nivel nacional, lo cual se explicaba por los atributos positivos como lugar para trabajar. En cambio, desde el 2014 hasta la última medición del 2021 la ciudad fue desplazada fuera del ranking de las 10 mejores ciudades, como consecuencia del deterioro de las percepciones de los entrevistados.
Es paradójico, que la ciudad más emblemática por su liderazgo económico exhibido en las últimas décadas, haya gradualmente experimentado un deterioro sostenido de sus atributos fundamentales para el desarrollo y el bienestar de la ciudad y sus habitantes. Atributos estratégicos, cuyo debilitamiento está informando que, a la hora de la toma de decisiones de personas y empresas, nuestras ciudades presentan un escaso atractivo.
Probablemente, la multiplicación de campamentos, la ausencia de iniciativas públicas que intervengan e integren de manera activa zonas olvidadas de la ciudad, el deterioro de la calidad de servicios básicos, la falta de solución de los permanentes incendios y contaminación de la Chimba, son algunas entre otras numerosas problemáticas que se arrastran y que se han venido naturalizando. Las causas subyacentes, son los déficits de gestión pública y privada de nuestras principales ciudades, los cuales se han venido acumulando en el tiempo y que se expresan en indicadores como los descritos.
Sin embargo, la ciudad se encuentra en un momento favorable de empezar a superar la imagen desmejorada frente al resto de los principales centros urbanos del país, y que se expresa en la llegada de nuevos alcaldes a los municipios, en un gobernador electo y en el nombramiento de la delegada presidencial. Es de esperar, que en el próximo tiempo aquellas nuevas autoridades y el sector privado se concierten con el objetivo de superar de manera decidida lo que afecta a nuestros principales centros urbanos.