"Nunca faltó una cama. Nunca se le dijo a alguien que se fuera a morir a la casa"
Como todos los lunes desde que comenzó la crisis sanitaria por el covid-19, el 16 de agosto Rossana Díaz entregaba el balance diario de los contagios en la Región de Antofagasta. Antes de finalizar, sin embargo, anunció su renuncia voluntaria al cargo de Seremi de Salud, el cual ocupaba desde el 2018.
"Ayer (lunes) fue mi último día" dice la ahora exautoridad sanitaria regional, quien tiene 32 años de experiencia en el sistema público, principalmente en la Atención Primaria de Salud.
Balance
¿Cómo fue enfrentar una crisis como lo fue lo del covid-19?
-Nadie estaba preparado para esto. Fue muy difícil. Creo que nadie, en todo el mundo, estaba preparado. Pero dimos nuestro mejor esfuerzo.
¿Cómo cambió su vida con esto?
-Cambió todo. Pero mi familia ya me conoce que soy media trabajólica. Tengo dos hijas, y ellas me apoyaron. El apoyo familiar es lo más importante. Siempre han sido un pilar.
¿Por qué costó tanto controlar la circulación viral?
-No solamente en la región, esto fue en el mundo. Y es porque fue nuevo. La última pandemia grande que tuvimos fue hace 500 años, fue hace mucho tiempo. El avance es muy rápido y uno tiene que correr para ponerse al día. Por eso fue tan estresante para el Ministerio de Salud, porque fue partir de cero. Tuvimos que armar toda una estrategia, lograr que la gente entendiera que uno lo hacía por su bien.
Antofagasta fue de las regiones más golpeadas, en Calama la tasa de mortalidad se disparó ¿Faltó más equipamiento en los hospitales para poder salvar más vidas?
-Nunca faltó una cama. Recuerda eso. Nunca se le dijo a alguien que no podía entrar y que se fuera a morir a la casa. Pero sí creo que fue algo tan nuevo, que por más que estuvieran las camas, no teníamos tanta gente preparada. Esto en todo Chile. Si uno se iba a Aysén, tenían el mismo problema que nosotros. Punta Arenas también estuvo muy mal. Uno puede tener todas las camas, acá los privados las pusieron y hubo un trabajo muy bueno con ellos. Pero tampoco se podía pedir más. Camas nunca faltaron, y nuestro personal de salud, que hay que sacarse el sombrero, se las ingenió para poder atender a todos.
Al Gobierno se le ha criticado por haber llegado tarde con ayuda y medidas para controlar esta crisis ¿Se hace algún mea culpa?
-Diría que, desde el punto de salud, no. Siempre hay críticas. ¿Podríamos haberlo hecho mejor? Claro. Siempre después de la guerra, todos somos generales. Enfrentar una pandemia sin remedios y sin vacunas es muy complicado. Pero esta pandemia, antes de que aparecieran las vacunas, fue enfrentada con educación.
¿Costó educar en la región?
-Costó. En un principio había insultos y malos tratos para los funcionarios. Hasta golpes. Tuve que poner una denuncia para una medida de protección para una funcionaria. La gente se molestaba por insistirles con las mascarillas, los aforos, porque fiscalizábamos. Recibimos muchos maltratos. Pero tenemos equipos que son totalmente aperrados y comprometidos. Y sabían que la única forma para enfrentar la pandemia, mientras no llegaran las vacunas, era la educación. Y eso se hizo.
Nuestra población entendió. Puede que estén a veces aglomerados en el centro. Pero si uno se fija, están con mascarillas. Si se bajan de la locomoción colectiva, se limpia las manos con alcohol gel. Es una costumbre. Eso da alegría, que la mayor cantidad de gente entendió. Ahora, hay que gente que no lo hizo, que hace fiestas, que va a aglomeraciones, que no se lava las manos, y no se vacuna. Bueno, es su decisión. No te puedes meter más allá.
Si hubiera tenido más autonomía para controlar la pandemia tomar decisiones en la región, ¿qué hubiera hecho distinto?
-Creo que no es bueno ser 100% autónoma. Vengo del sistema público, y de ahí viene mi educación. Yo soy normativa. Las normas las realizan personas expertas, como epidemiólogos de nivel mundial. Y nosotros tenemos que entender que lo que está indicado es lo mejor. La labor como Seremi de Salud es hacer que todas las políticas públicas lleguen. Me hubiera gustado tener más personas para educar, pero agradezco las normativas, porque uno no puede hacer cosas porque le tincan. Acá hay riesgo de vida de las personas.
Residencias
Hay casos revisados en Contraloría por irregularidades en el arriendo de residencias sanitarias en Mejillones. Como exautoridad sanitaria de la región ¿Qué puede decir al respecto?
-Eso está trabajándose. Estuvimos enviando todos los informes a Contraloría. Espero que se resuelva lo antes posible. Aquí no hubo ningún fraude. El hotel trabajó según normativa, pero hubo temas administrativos que fueron rechazados, y por eso no se puede todavía regularizar. Pero que el hotel trabajó, que fue elegido como correspondía, que hizo las cosas bien en conjunto con el hospital de Mejillones, todo eso se hizo bien. Allá había un brote salvaje en el campamento. Mejillones ardía en covid-19, y con esa estrategia bajó. Hubo temas administrativos, como que no se presentaron todos los documentos o que no se hicieron cosas a tiempo, pero eso se va a resolver, porque no hubo algo que no correspondiese.
Política
¿Se postulará a algún cargo de elección popular?
-Han estado en conversaciones conmigo. Me gustaría, pero no tengo nada claro todavía.
La estaban sondeado para ser candidata a diputada (por la UDI, partido en que milita)...
-Me gustaría, pero es como postular a un trabajo. Uno no le cuenta a todo el mundo que estás postulando y puede que quedes. Cuando uno firma el contrato dice "ya, quedé", y tiene la tranquilidad para contarlo.
Entonces, si hipotéticamente se postula a diputada y es electa, ¿cómo votaría, por ejemplo, con proyectos como el aborto o la eutanasia?
-Yo tengo bastantes planes. Pero por mi región el tema principal de salud y por el que pelearía es mejorar los temas de cáncer. Mi prioridad va a ser que la mayor parte de los cánceres -ojalá todos-, fueran GES. Y para eso necesitamos plata. Voy a conversar sobre esos temas, por supuesto que hay que tratarlos, pero creo que uno tiene que marcar sus prioridades, y la región necesita que los cánceres sean priorizados.
¿Seguirá en el servicio público?
-Quiero seguir en el servicio público, mi sueño es volver a trabajar en la Atención Primaria. Soy salubrista de corazón, y me encanta andar en terreno, ir a las escuelas a hacer clases, ir con las juntas de vecinos.
Si llegase a postularse a diputada, ¿ocupará algún cargo antes de las elecciones de noviembre?
-Por el momento no. Creo que tomaré un pequeño descanso, vengo un poco cansada (se ríe). Tendré que ver. Si nos vamos a postular, habrá que hacer campaña. Y si no, descansar un poco, y luego juntar los documentos para volver a la Atención Primaria.