Lentitud en vacunación de grupo de 50 a 59 años genera preocupación
COVID. Especialistas recalcan la importancia de comunicar mejor la ventaja de inocularse. Grupos ya vacunados han reducido contagios de gravedad.
Hace exactamente un mes, el 16 de marzo el Presidente Sebastián Piñera anunció la vacunación de las personas sanas de entre 50 a 59 años contra el covid, la que oficialmente inició el 24 del mismo mes.
Lo anterior significaba que sería el turno de Christian Solís (50 años) para recibir su dosis. Cuenta que en un principio tenía dudas de vacunarse. "Esperé que hubiera más información", explica. Sin embargo, finalmente se convenció y fue. "La vacuna me va a proteger contra el coronavirus. Si me llego a contagiar, los síntomas van a ser menores", dice.
Misma opinión tiene Francis Cifuentes (55 años): "Me vacune por protección, ya que es una enfermedad muy contagiosa y en algunos casos mortal. Había que proteger a los adultos mayores y niños: En mi caso mi madre de 96 años, mis nietos, marido e hijos. Por esta razón no dudé en vacunarme".
Lento avance
Pero los datos muestran que no todos están decidiendo lo mismo que Francis y Christian. A cuatro semanas del anuncio, tanto a nivel regional como nacional el proceso de inoculación a este grupo de la población ha avanzado con más lentitud en comparación con los otros sectores de la comunidad que ya pueden vacunarse.
Según los datos disponibles en el Departamento de Estadísticas e Informaciones de Salud (DEIS) hasta la mañana de ayer, a nivel regional solo el 30,63% de las personas que pertenecen al grupo de personas sanas de 50 a 59 años han recibido la primera dosis (ver gráfico).
Lo anterior se traduce en que aproximadamente 23 mil personas han recibido la primera dosis contra el covid, de una población total de 74.733 que están en este tramo de edad en la Región de Antofagasta.
Ninguna región hasta el mediodía de ayer alcanzaba, por lo menos, un 40% de la población de este rango etario sin comorbilidades con la primera vacuna. El promedio nacional es apenas del 32,59% de avance, según los datos del DEIS.
Mientras que la región con mejor avance es la Metropolitana (34,61%), Aysén es la que menos cobertura presenta en el criterio de personas sanas entre 50 y 59 años, con solo 22,76% de las personas pertenecientes a ese grupo etario con la primera dosis.
Ir a los trabajos
El lento avance que se ha visto en la vacunación de las personas de 50 a 59 años preocupa a especialistas y también autoridades.
Por lo mismo, desde el Gobierno Regional habilitará puntos de inoculación los fines de semana para mejorar el avance.
El seremi de Gobierno, Marco Vivanco, informó ayer que "se habilitarán para Calama y Antofagasta vacunatorios para el día sábado, que estarán funcionando entre las 9 de la mañana y las 13 horas, para intensificar la vacunación del grupo entre 50 y 59 años, incluso a los menores de 48 años. Son el grupo más lento en el proceso de inoculación".
Para acelerar la inoculación en este grupo objetivo, el seremi dijo que "se están haciendo campañas de vacunación (...). Este grupo es, en gran masa, un grupo que trabaja. Y es por eso que hemos hecho dos acciones: Una a través de la Seremi de Trabajo, para incentivar que las distintas empresas entreguen facilidades a sus trabajadores para que se puedan vacunar; y por otro lado establecer estos dos centros de vacunación en Antofagasta y Calama los sábados, para que este grupo tenga todas las opciones de conseguir su vacuna".
El epidemiólogo y académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Gabriel Cavada, plantea que la situación "es preocupante", y que retrasa todas las proyecciones que se habían pronosticado por la rápida inoculación a los adultos mayores, donde gran parte del territorio nacional está por sobre el 80% de los mayores de 60 años con la primera dosis (ver gráfico).
"Hay que influir en una campaña potente, para que la gente más joven se vacune. Tal vez pensar en incentivos o en campañas culturales y científicas informativas. La gente cree que hay efectos secundarios con las vacunas que son dañinas, porque se informan por redes sociales, y no es así, eso es falso", sostiene Cavada.
Uno de los incentivos, ejemplifica el epidemiólogo, podría ser en orden a la movilidad para acudir a los consultorios a inocularse, o que cada lugar de trabajo otorgue un día libre a quien se vacune, "que sea una especie de premio".
El infectólogo del Hospital Regional y académico de la U. de Antofagasta, Francisco Salvador, enfatizó que "lo que tiene que mirar la gente que está en ese grupo etario (de 50 a 59 años) es que las edades que están ingresando a las UCI son menores de 60 años. ¿Quiénes tienen los cuadros más graves ahora? No son los mayores de 70 años, porque tienen la cobertura de la vacuna. Las nuevas variantes están afectando a los más jóvenes. Y las vacunas nos pueden proteger".