Vendedores ambulantes se expanden en el centro
PANDEMIA. Hay más de 400 sólo en los paseos Prat y Matta. El comercio formal acusa perjuicios y teme que su presencia contribuya a un rebrote.
Poco más de 400 vendedores ambulantes, desde la Plaza Sotomayor hasta la Plaza Colón, por los paseos Matta y Prat, pudo contabilizar este medio de comunicación en un recorrido de dos horas por el casco central, pasado el mediodía de ayer.
La gran cantidad de puestos ambulantes, la mayoría con toldos que hoy ya llegan hasta el monumento al Padre Alberto Hurtado, sumado a los vendedores itinerantes de comida y bebidas, hacen casi imposible mantener el distanciamiento social en gran parte de ambos paseos.
La situación es crítica para los comerciantes establecidos del casco central, que han reclamado por la competencia que deben enfrentar de una multitud de informales, pero además encierra un peligro sanitario importante, tras el empeoramiento de los indicadores de salud de la región.
Ahora se teme que las aglomeraciones puedan derivar en nuevos brotes. Así lo explicó el dueño de uno de los hoteles del sector, al exponer que hoy lo que más se teme es que el contagio llegue al centro.
"Para nosotros es un tema bastante complejo, desde el punto de vista económico y del contagio. Para nadie es un secreto que los contagios diarios se volvieron a disparar; yo tengo un hotel, afuera hay aglomeraciones siempre, el virus tiene todas las facilidades de llegar al hotel, y uno de los responsables será el municipio", dijo.
El empresario acotó que "esta gente (los vendedores informales) no tributa, no paga impuestos, pero nosotros sí, y si dejamos de pagarlos, nos cobran intereses. Yo no sé por qué nos ponen tantas trabas y a los vendedores ambulantes, que no pagan nada y están ejerciendo un comercio ilegal, se les da todas las facilidades".
Comportamiento
Sobre el punto, el administrador de una carnicería, manifestó que una de las cosas que más preocupa a los comerciantes regulados, es el descuido de las medidas preventivas tanto de los ambulantes, como de la gente que llega al centro.
"Me llama mucho la atención que llegue tanta gente, y que además se descuide, que ande comiendo y fumando en la calle, sin mascarilla, haciendo una vida normal. Eso no tiene que ser así, porque el riesgo nuevamente es alto, y la gente no está tomando conciencia", afirmó.
El encargado comentó que las aglomeraciones comenzaron la semana pasada. "Ya el viernes había mucha gente, el sábado, qué decir; fueron los días donde el paseo, creo yo, estuvo al 100% de su capacidad. Era mucha la gente que vino al centro", relató.
Navidad y relajo
Para el infectólogo del Hospital Regional, Dr. Francisco Salvador, la gente ha relajado las medidas preventivas y no está considerando los riesgos sanitarios al visitar el centro.
"No habíamos controlado totalmente el tema (pandemia) y se juntó con las compras navideñas, la gente por ende se relajó más, y eso hace que haya mucho quiebre en las medidas de protección. El uso de la mascarilla tampoco se está cumpliendo de forma adecuada y hay menos respeto del distanciamiento. Eso uno lo puede ver en cualquier fila", precisó.
El experto manifestó además que mucho de ese relajo pasa porque la comunidad ha dejado de creer en la autoridad sanitaria. "Creen más en lo que sale en redes sociales, respecto a que no hay que usar mascarilla, y eso es un riesgo", dijo.
Aglomeraciones
Al respecto, la seremi de Salud, Rossana Díaz, realizó un llamado a seguir los protocolos en las ferias y en los comercios establecidos del casco central.
"Por mucho que estén los protocolos establecidos, protocolos que ya hemos revisado, si la gente no los sigue se van a seguir enfermando. Van a pasar, tal vez una Navidad sin grandes problemas, pero un año nuevo hospitalizados", explicó.
Ayer, desde el municipio explicaron que se han realizado coordinaciones con representantes de los ambulantes para que puedan trabajar solo hasta el 31 de diciembre, cumpliendo medidas sanitarias preventivas para evitar contagios.
Dijeron que en ese contexto y ante la gran aglomeración que se generaba en paseo Matta, se coordinó la extensión del uso del paseo entre calles Baquedano y Prat, sumado a la adopción de medidas sanitarias como sanitización del espacio público, toma de PCR a todos los vendedores ambulantes y disposición de lavamanos y se creó un equipo municipal para controlar la actividad.
"Pero solos no podemos resguardar a la ciudadanía, por eso hago un llamado al gobierno y a la Seremi de Salud para que se sumen a este trabajo", dijo el alcalde Wilson Díaz.