Trump acude a un acto oficial por primera vez tras derrota electoral
EE.UU. El presidente asistió a la conmemoración del Día de los Veteranos, sin dar ninguna declaración, mientras Georgia anunció recuento de votos a mano.
El presidente Donald Trump, realizó su primer acto público oficial desde su derrota con motivo del Día de los Veteranos de EE.UU., mientras continúa sus denuncias de fraude y el estado de Georgia anunció que hará conteo a mano de los votos.
Trump y el presidente electo de EE.UU., Joe Biden, participaron en ceremonias diferentes. Biden se desplazó a Filadelfia (Pensilvania) a una ceremonia militar ante el monumento a los caídos en la Guerra de Corea (1950-1953), mientras que Trump visitó el cementerio de Arlington (Virginia), a las afueras de Washington, donde están enterrados miles de fallecidos en las guerras donde participó Estados Unidos.
Ni Biden ni Trump hicieron declaraciones en sus actos de este miércoles, pero ambos emitieron comunicados sobre la conmemoración.
"Nunca les trataré a ustedes o a sus familias con nada menos que el respeto que merecen", afirmó Biden.
"He luchado sin descanso por los veteranos de Estados Unidos", dijo Trump.
Recuento a mano
Joe Biden superó los cinco millones de votos de ventaja sobre Donald Trump en las elecciones, mientras el mandatario saliente sigue tratando de deslegitimar la victoria de su adversario con efusivas publicaciones en Twitter.
Sin variar de manera sustantiva el resultado, Trump sumó los tres delegados de Alaska en el Colegio Electoral, lo que eleva a 217 la cifra de compromisarios que tiene garantizados, muy lejos de los 270 que se necesitan para ganar, mientras Biden suma 290.
Las autoridades del estado de Georgia dieron una pequeña buena noticia a Trump al anunciar que harán un recuento a mano de los más de cinco millones de votos emitidos en el territorio. Biden lleva una ventaja de apenas 14.000 sufragios.
"Eso ayudará a construir confianza" en el resultado, afirmó el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger.
Ese recuento a mano, que tendrá que completarse antes del 20 de noviembre, es un paso sin precedentes en la historia de Georgia, un estado tradicionalmente republicano.
Ante las ínfimas posibilidades de un triunfo, Trump decidió utilizar también su poder en el Gobierno federal para dificultar la transición, diez semanas antes del previsto relevo el 20 de enero.
El paso más alarmante para muchos lo dio Trump el martes en el Pentágono, cuando después de despedir el lunes a su titular, Mark Esper, puso en la cúpula civil del organismo a tres de sus aliados.
Sin indicios de fraude
A raíz de las insistentes acusaciones de fraudes de Trump y su encargo al fiscal general de investigar los resultados, el diario The New York Times (NYT) se contactó con funcionarios electorales de docenas de estados que representan a ambos partidos políticos.
La respuesta fue clara sobre que no hay evidencia de que el fraude u otras irregularidades afectaran el resultado de la carrera presidencial, lo que es una afrenta contundente del retrato de Trump de una elección fraudulenta.
Los principales funcionarios electorales de todo el país dijeron a NYT que el proceso fue un éxito, a pesar de la participación récord y las complicaciones por la pandemia.
"Hay una gran capacidad humana para inventar cosas que no son ciertas sobre las elecciones", dijo Frank LaRose, republicano secretario de estado de Ohio.
Steve Simon, un demócrata que es secretario de Minnesota, aseguró que no conoce "un solo caso en el que alguien haya argumentado que un voto contaba cuando no debería o no contaba cuando debería. No hubo fraude ".