Violencia intrafamiliar
Lamentablemente, el mal uso del teléfono 149 no es distinto a lo que ocurre con la casi totalidad de la veintena de números de emergencia en el país. La Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres advirtió que en situaciones de confinamiento prolongado en casa, podría aumentar el riesgo de violencia contra ellas y contra los niños.
Un nuevo llamado fue realizado pidiendo a la ciudadanía realizar un uso correcto de los teléfonos de ayuda para las mujeres que sufren violencia, debido al alto porcentaje de bromas de mal gusto que registran los números de Carabineros y del propio ministerio.
La nueva ministra de la Mujer y Equidad de Género, Macarena Santelices, dijo que casi el 20% de las comunicaciones que recibe el fono 149 (Fono Familia) corresponden a pitanzas, que pueden quitar la oportunidad a una mujer de pedir y obtener ayuda.
Durante la pandemia del coronavirus y las medidas de cuarentena que se han prolongado por dos meses, las llamadas recibidas por Carabineros o por el fono denuncia de violencia intrafamiliar aumentaron en un 60%, lo que revela que en estos casos la convivencia dentro del hogar puede hacerse más conflictiva. De ahí que se estima que quienes llaman para hacer comentarios destemplados o supuestas bromas, lo que logran es distraer la atención y hacer perder el tiempo a los profesionales que atienden las comunicaciones y entorpecen la función de prestar atención a las mujeres que sufren de violencia. Con ello, se desvía el foco de lo importante.
En realidad, el mal uso del teléfono 149 no es distinto a lo que ocurre con la casi totalidad de la veintena de números de emergencia que hay en nuestro país, que se recargan con llamados inoficiosos y mal intencionados. Se calcula que casi la mitad de las comunicaciones telefónicas que recibe Carabineros corresponden a bromas de mal gusto, contactos cortados antes de iniciar la conversación, otros inaudibles, requerimientos de algún tipo de información, como la hora, o insultos contra la institución.
Algo similar sucede con los teléfonos de Samu, de Bomberos, o el de rescate de la Armada, en el verano. Cuesta entenderlo, si se considera que en ocasiones significa desplazar vehículos y personal, o dejar de atender otras comunicaciones que son necesarias, porque podrían salvar una vida.
Es necesario que la ciudadanía tome conciencia de que las llamadas reales revisten el carácter de urgentes y por lo tanto se necesita una línea expedita.