Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos
  • Contraportada

Ruta calle: los testimonios de quienes no pueden pasar la cuarentena en una casa

PROGRAMA. Organismos repartirán kits de limpieza y alimentos a personas en situación de calle.
E-mail Compartir

Jonathan Villella Coyán

Conscientes del riesgo que significa para la población en situación de calle no contar con los elementos básicos para adoptar las medidas de prevención adecuadas durante la pandemia, el Gobierno Regional, la Seremi de Desarrollo Social y el Hogar de Cristo, activaron el programa Ruta Calle en Antofagasta, Calama y Tocopilla.

Esta iniciativa, que usualmente comienza a funcionar durante el invierno, fue adelantada y tendrá una duración de cuatro meses, debido a la contingencia sanitaria que atraviesa el país y el mundo, por efecto del coronavirus.

De esta forma, se estará monitoreando a alrededor de 300 personas en situación de calle a la semana (unas 50 por día), otorgándoles además kits de higiene y alimentación.

Paralelamente, se abrirán dos albergues más durante los próximos meses, tanto en Antofagasta, como en Calama.

Así lo explicó el seremi de Desarrollo Social, Patricio Martínez, quien comentó que "estamos dando inicio a esta ruta, que parte también en Calama y Tocopilla mañana (hoy). Esta es una de las cosas que estamos haciendo con respecto a la gente en situación de calle, conscientes del riesgo en el que viven por su condición. Por eso también hemos adelantado la apertura de los albergues. Abriremos un segundo albergue en la ciudad durante los próximos días. También abriremos uno en Calama, que no teníamos el año pasado", sostuvo.

El seremi agregó que quienes deseen trasladarse a estos albergues (en cada uno vivirán solo 20 personas, para mantener la distancia social), podrán permanecer en ellos durante todo el día, todos los días.

"Ya no es como antes, hoy las personas en situación de calle que lleguen a estos albergues, no lo harán solo para pernoctar, y mientras estén en estos lugares, se les monitoreará cada día, además de recibir otros beneficios", dijo.

Martínez acotó que no siempre se puede ayudar a todo el universo de personas en situación de calle, ya que hay muchos de ellos que no quieren o les cuesta mucho salir de este modo de vida.

"Sabemos que cada realidad, cada situación, es distinta, muchos no quieren dejar la calle, pero para los que sí, tenemos estas alternativas, y otras que esperamos den frutos desde la alianza público privada, ojalá en el corto plazo", afirmó.

Catastro

La jefa territorial Operación Social, Hogar de Cristo Antofagasta, Andrea Cox, explicó que un equipo de profesionales médicos del Hogar de Cristo, mediante la Ruta de Calle, realizará diversos monitoreos a los grupos de personas en situación de calle, con el objetivo de entregar los kits de higiene y de alimentos, y poder derivarlos a los distintos entes de la red de salud.

"Sabemos que la situación de calle, es una situación de alto riesgo durante esta crisis sanitaria, por eso queremos entregar estos kits. El kit higiénico, o de emergencia, contiene alcohol gel, mascarillas, guantes, jabón y gel (…) para ubicar a estos grupos, nos hemos orientado por diferentes voluntarios y organizaciones que ya tienen visualizado donde hay gente en situación de calle, y sabemos que hay hasta en el extremo del sector norte", comentó.

Cox acotó que llevarán un registro diario de las personas que se atiendan y que todos esos datos e información se irá despachando a la Seremi de Desarrollo Social, que son los que tienen que llevar la cuenta de las personas en calle.

"Hoy, en la región, visualizamos a cerca de 700 personas, pero creemos que son muchos más porque es una población que emigra, especialmente acá en Antofagasta", manifestó la encargada.

Abimelech Peralta (50), lleva 10 años en Antofagasta, junto a su hijo (de 30 años), en el sector de Playa Blanca, en torno al restorán Puerto Caliche. Ambos viven en situación de calle. Diversas experiencias con sus familias (relacionada con algunas adicciones) los llevaron a convertir la calle en su hogar. La pandemia y posterior cuarentena, los ha golpeado fuerte. Su estabilidad económica, la cual se fundaba básicamente en la limpieza de autos, cesó porque la gente ya no está saliendo de sus casas, menos para ir a comer a algún restorán. "Cuando me separé, me vine junto a mi hijo a vivir a la calle, buscando la tranquilidad, porque me vine por problemas de drogadicción. Afortunadamente ya estoy casi rehabilitado, pero de vez en cuando. Salir de la droga es difícil (…) la cuarentena nos ha afectado harto, la gente ya no viene a comer al restaurante, ya no tengo autos que limpiar. A veces nos vienen a dejar alguna cosita, cosas que hago durar, y con las que vivo en estos momentos. Hay mucha preocupación ya que no sabemos cuánto va a durar esto". Hasta antes de la cuarentena, solía juntarse con otros grupos durante la noche, para compartir, pero desde que cuando que se decretaría cuarentena total, desaparecieron.

"Ya no hay autos para limpiar" "Han sido muchas cosas juntas"

Gustavo Quezada tiene 31 años y hace 10 que vive en la calle. Oriundo de Coquimbo llegó a la ciudad para dedicarse, como la gran mayoría de personas en situación de calle, a la limpieza de autos. Al igual que Abimelech, ya ni siquiera le está alcanzado para las cosas básicas. "En la calle me siento libre, más tranquilo, me olvido de las preocupaciones. Eso hasta que apareció este virus maldito, que es muy grave para mí, porque no lo he vivido nunca. La calle ahora es como andar en una ciudad fantasma, la gente está metida en sus casas, nadie quiere ver ni tocar a nadie, está todo cerrado. Ya están escaseando las cosas, han subido los precios… todo mal. Yo diría que, desde el 18 de octubre, la gente cambió. Están más estresados, más enojados. Han sido muchas cosas juntas", dijo. Relató que se ha mantenido trabajando en lo que sea, limpiando autos o vendiendo cosas. "La situación nos ha afectado mucho, en el sentido de que no podemos comprarnos cosas que son necesarias. Solo te deja para comer a veces (…) No digo esto para que se entienda de forma orgullosa, pero por lo general podemos desenvolvernos bien, sin necesitar algo de alguien, pero con esta situación del coronavirus, no hemos podido hacerlo igual que siempre. La ayuda se agradece".

"Con esta situación ya nadie se acerca"

Alejandro Ferreira, es un argentino (oriundo de Ushuaia), que hace dos años vive en situación de calle en Antofagasta, junto a su esposa. Tiene dos hijas de 4 y 2 años, quienes viven con su suegra. Tanto él como su pareja, debieron llegar a la calle, según dicen, porque en la casa de su suegra no había más espacio, ya que vive con otras seis personas. "Con mi esposa preferimos que nuestras guagüitas estén allá con la suegra, y nosotros acá, arreglándonos como podemos, ya que no queremos que pasen por estas necesidades. Tenía trabajo como garzón en un pub (de la avenida Croacia), que cerró hace como un mes y medio. El dueño nos dijo que nos pagaría todo, pero vendió el local y desapareció. Ahora vendemos lo que podemos para poder comer", relató. "Es terrible todo lo que estamos pasando . Es doloroso, pasamos muchas necesidades tratando de sobrevivir como podemos. No tenemos dinero y sabemos que viviendo en estas condiciones nos podemos enfermar. Gracias a Dios, igual nos llegan ayudas; los vecinos nos estaban ayudando, nos traían pancito, agüita, pero ahora con esta situación ya nadie se acerca. No se puede", dijo.