La colusión
Ante el caso conocido con las farmacias debiéramos preguntarnos qué tan libres son algunos mercados que operan en Chile. La labor de lo público es el bien común. Queda la sospecha de que hay un derrumbe de lo ético en Chile, con innumerables casos donde se ha impuesto el beneficio económico por sobre las personas, a cualquier costo y consecuencia.
El 10 Juzgado Civil de Santiago acogió una demanda presentada en 2013 por el Sernac y condenó a las farmacias Salcobrand, Cruz Verde y Ahumada a pagar indemnizaciones por más de $2.000 millones a los consumidores que fueron afectados por la colusión en el mercado de los medicamentos ocurrida entre diciembre de 2017 y el 31 de marzo de 2008, calculados en base a un listado de 206 medicamentos.
En este lapso la Fiscalía Nacional Económica (FNE) desarrolló una investigación que en diciembre de 2008 desembocó en un requerimiento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) el cual fue acogido por el organismo en diciembre de 2012.
Aunque el fallo puede ser apelado por las farmacias, el gobierno salió a recomendar de que las sancionadas no hicieran tal operación y simplemente acataran lo obrado por el Tribunal.
Como sabemos, el libre comercio se funda sobre este cimiento: la competencia por sobre la regulación, es por ello que el precio final no es fijado ni por la autoridad ni por los medios de producción, sino que es la resultante de la acción de al menos dos fuerzas: la oferta y la demanda que existen en mercados que así lo permiten.
La operación de, al menos esas acciones, es la que posibilita que los precios sean lo más bajos posibles, por eso cualquier intromisión en ese plano atenta contra el precio, el consumidor y el sistema mismo.
La colusión, es decir, ponerse de acuerdo para alterar mañosamente el precio -en este caso, subirlos para obtener utilidades más altas, es un escándalo inaceptable, del cual se desprenden varias interrogantes: qué pasa con la ética en los negocios (especialmente en rubros tan sensibles como la salud); que autocontroles tienen las industrias; qué poder efectivo tiene el Estado y -lo que es más crítico- qué tan libres son algunos mercados en el país.
El caso conocido es un fallo histórico en el entendido de que es la primera sentencia en materia de colusión que afecta al consumidor; es un asunto doloroso, del cual hay que aprender lecciones y tomar medidas que pudieran ir más allá que la mera sanción.
El país requiere hacer una revisión -de hecho lo está- en el negocio farmacéutico; no por nada tenemos el oprobioso récord de ser una de las naciones con los remedios más caros del mundo.