Falta de diálogo y más participación, el análisis del sector sobre la crisis social
CONVERSATORIO. Líderes de dos las mineras más grandes del país analizaron el estallido.
Cristóbal Marshall, Asuntos Corporativos Minera Escondida:
"La Constitución será un proceso que la gente sienta como propio"
La molestia con la desigualdad era algo que el país había visto, "pero no sabíamos qué tan profunda era", reconoce Cristóbal Marshall, head de asuntos corporativos de Minera Escondida.
Para el economista, hubo una pérdida de sintonía como sociedad, "no leímos bien lo que las personas estaban diciendo y llegamos tarde a solucionar los problemas".
Y en un mundo de jóvenes que ven las cosas de otra manera, la dificultad para alcanzar acuerdos políticos genera descontento social.
Por ello enfatiza que éste es el momento de dejar los prejuicios y ponernos de acuerdo. Marshall sostuvo que tras el estallido social, la gente quiere soluciones concretas, como mejor un mejor sistema de salud o jubilaciones dignas. Pero en estas peticiones concretas, también hay algo adicional, y es que todo este proceso sea participativo.
"La gente quiere que sea distinto, que sea participativo. La Constitución validada será un proceso que la gente sienta como propio", destacó el representante de Escondida.
Sobre la contingencia en el país, Marshall indicó que "los economistas éramos ignorantes de nuestra ignorancia, los problemas eran más complejos". Pero afortunadamente, dijo, la profesión está en un tránsito positivo.
Este domingo se conocieron los resultados de la encuesta ciudadana organizada por el municipio, en la que 64 mil antofagastinos participaron. La mayoría quiere un cambio de la Constitución, las prioridades son salud, educación y pensiones, además de un royalty para las empresas mineras y que paguen sus tributos en la región.
Sobre estos últimos puntos, el economista señaló que los resultados de la encuesta ciudadana no son sorprendentes y es algo que se manejaba. La lectura es que la comunidad quiere más poder de decisión en las regiones, "una demanda por la descentralización".
En este sentido, Marshall puntualizó que la crisis social llegó en un momento en que venían escuchando y dialogando con la comunidad.
El trabajo de la minera operada por la australiana BHP está enfocado en dos aspectos, detalló. Uno busca potenciar la cadena de valor con los proveedores locales y así potenciar la economía regional, junto con participar de los temas sociales de Antofagasta.
"El despliegue de las empresas mineras para vincularse con su entorno es positivo. A principio de este año lanzamos una plataforma de compra local para eliminar la barrera de entrada a empresas locales", manifestó.
La plataforma en pocos meses ya cuenta con 800 empresas y también es parte de un paquete de medidas para reactivar la economía local.
El 18 de octubre el país comenzó a escribir una nueva página de su historia, con un estallido social que derivó en multitudinarias marchas en todo el territorio y demandas exigiendo un nuevo trato en la sociedad.
A dos meses del inicio de la crisis, El Mercurio de Antofagasta organizó un conversatorio para analizar las causas del fenómeno y lo que la comunidad demanda.
En la actividad moderada por Víctor Toloza, Director de este Diario, participaron el gerente de Asuntos Públicos de Antofagasta Minerals, Aníbal Chamorro; y Cristóbal Marshall, head de Asuntos Corporativos de Minera Escondida.
Los directivos conversaron sobre los factores que gatillaron el estallido social, señalando entre ellos la falta de diálogo, el individualismo y el desconocimiento sobre qué tan profundo era el descontento por la desigualdad en el país.
En relación a cómo el sector minero puede ser un aporte en dar respuestas a las demandas de la ciudadanía, los representantes de ambas compañías explicaron que desde antes de la crisis venían trabajando en un nuevo trato con la región.
Tanto Antofagasta Minerals (Centinela, Antucoya y Zaldívar) como Escondida, anunciaron una serie de medidas que entre otras cosas, elevarán el sueldo mínimo de sus contratistas a $500 mil.
Marshall explicó que estas medidas son parte de un proceso y que por el momento no tienen todas las respuestas, pero que seguirán trabajando para mejorar varios aspectos.
También se apuntó a la necesidad de tener una industria minera competitiva, ya que esa será la mejor forma de contribuir a la sociedad.
"La gente quiere que sea distinto, que sea participativo. La Constitución validada será un proceso que la gente sienta como propio".
Aníbal Chamorro, Asuntos Públicos Norte Amsa:
"Para ser un país desarrollado hay que atender a la persona"
La falta de diálogo que se desprendió del individualismo, instituciones que mostraron su falencias en materias de corrupción y la pérdida de sus valores, son elementos que para Aníbal Chamorro explican en gran parte el estallido social del 18 de octubre.
El abogado y gerente de asuntos públicos norte de Antofagasta Minerals, analizó las causas de la crisis social que exige un nuevo trato para solucionar las demandas ciudadanas.
Para Chamorro, en el país hubo una "falta de diálogo, escuchar primero, luego empatizar y buscar soluciones comunes en conjunto". A este escenario se sumó la crisis valórica en instituciones como la iglesia, los pagos a la política, la colusión de las empresas y corrupción en fuerzas armadas y de orden.
El abogado cree que los síntomas que llevaron al estallido social sí se diagnosticaron, pero "llegamos tarde y como sociedad no supimos ponernos de acuerdo, eso es lo más grave (...) Cada uno está mirando sus propios intereses y nos apartamos del bien común".
Chamorro sostuvo que esto ocurre tras la evolución de las demandas en el país. Hace 30 años los requerimientos eran más básicos, como superar la pobreza. Hoy la sociedad tiene nuevos reclamos como una educación de calidad, salarios más justos, trabajos estables y pensiones dignas.
Todo esto, añadió, está empujado por las nuevas generaciones que "parten desde un piso más arriba de donde estuvieron nuestros padres".
También apuntó a que el crecimiento económico que experimentó el país en las últimas tres décadas no implica un desarrollo de la sociedad.
El progreso social de un país es mucho más lento que el económico, destacó, ya que esto involucra conceptos como la educación y la cultura.
"No es suficiente con salir de la pobreza, para ser un país desarrollado hay que atender a la persona, preocuparse por su dignidad y crecimiento humano", enfatizó el abogado.
El representante de Antofagasta Minerals indicó que en todo este proceso, las personas ahora quieren ser parte de las decisiones, ya que la falta de participación generó parte de la frustración que afloró tras el estallido social.
Sobre el rol de las compañías mineras en este nuevo escenario, Chamorro explicó que en Antofagasta Minerals "estábamos trabajando en un nuevo trato. En 2007 generamos el primer sueldo ético para contratistas y la crisis nos hizo reajustar esto (de $435 mil a $500 mil, además de exigir un piso en seguros de vida y salud).
La semana pasada, la compañía anunció un paquete de medidas para apoyar la economía regional, idea que era anterior a la crisis.
"No es suficiente con salir de la pobreza, para ser un país desarrollado hay que atender a la persona, preocuparse por su dignidad".
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