Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Espectáculos
  • Deportes
  • Contraportada

Threads lucha por retener a sus usuarios tras su primer mes de vida

E-mail Compartir

EFE

En sus primeros cinco días de vida, la nueva red social de Meta, Threads, consiguió 100 millones de suscripciones, convirtiéndose en la aplicación de más rápido crecimiento de la historia. Ahora, un mes después, la participación en la aplicación ha caído y la plataforma se esfuerza por retener a los usuarios.

El número de usuarios activos diarios de Threads ha bajado un 82 % desde su lanzamiento, según Sensor Tower, con solo 8 millones de personas accediendo a la aplicación cada día. Una cifra muy baja si se compara con la media de 237 millones de usuarios diarios de Twitter.

También ha caído el tiempo que los usuarios pasan en la aplicación. Hace un mes los usuarios abrían Threads un promedio de 14 veces y pasaban un promedio de 19 minutos navegando por ella y ahora abren la aplicación un promedio de 2,6 veces al día y pasan menos de tres minutos al día en ella, según Sensor Tower.

Pocos famosos

Cantantes, actores, políticos e "influencers" forman parte de los 120 millones de descargas que ha conseguido Threads en su primer mes.

Algunos famosos -como Kim Kardashian- se hicieron un perfil, pero no publicaron nada. Mientras que otras personalidades como Katy Perry, Ellen DeGeneres, Bill Gates, Britney Spears, Shakira, Alexandria Ocasio-Cortez u Oprah Winfrey empezaron fuerte y luego dejaron de publicar tan a menudo.

DeGeneres fue de las primeras 3.000 personas en descargar Threads. La presentadora se unió a Twitter en 2008 y en 2014 consiguió uno de los tuits más virales de la plataforma al publicar, en medio de la gala de los Óscar, una selfie con Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Lupita Nyong'o, Meryl Streep, Julia Roberts, Kevin Spacey, Brad Pitt y Angelina Jolie, pero no ha tuiteado desde el 22 de abril.

"¡Bienvenidos a Twitter Gay!", escribió en Threads el 5 de julio DeGeneres, luego publicó seis veces durante su primera semana en Threads, pero hace dos semanas que no sube nada a la red social.

Algo similar pasó con la cantante Shakira, quien fue muy activa durante las primeras semanas y ahora publica muy ocasionalmente.

El éxito de la novedad

Según José Mendoza, profesor en la Universidad de Nueva York, esta tendencia es normal, ya que las primeras semanas reinaba la novedad de cómo sería esta nueva red social de Mark Zuckerberg, que fue anunciada como una red menos tóxica, sin publicidad y con menos bots. "Tendremos que esperar para ver si la plataforma será lo que están promocionando, una plataforma donde habrá una conversación más saludable", anotó Mendoza.

Por su parte, Zuckerberg, dijo en el marco de los resultados empresariales de Meta (matriz de Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger) que la nueva red social Threads había superado las expectativas. "Ahora, nos centramos en la retención (de usuarios) y en mejorar lo básico. Y luego, nos centraremos en hacer crecer la comunidad a la escala que creemos que es posible", anotó Zuckerberg, quien, además, dijo que no esperaba ganar dinero con Threads durante al menos unos años.

Cambios en 30 días

Por el momento, Threads parece una copia de Twitter -red rebautizada por su dueño, Elon Musk, como "X"-, ya que los usuarios pueden publicar fotos, vídeos y textos de hasta 500 caracteres e interactuar con ellos de tres maneras: dándoles a "me gusta", volviéndolos a postear y comentando.

El 25 de julio Threads hizo su primer cambio y empezó a ofrecer la opción de ver el contenido de las cuentas que los usuarios siguen en orden cronológico, tal y como pasa con Twitter.

El viernes Zuckerberg anunció que la plataforma "pronto" tendrá una función de búsqueda y se podrá acceder a ella través de la web.

Aunque la mayor diferencia entre las dos redes es que Threads aún no dispone ni de mensajes directos ni tampoco se pueden usar hashtag o etiquetas, por lo que no hay trending topics o tendencias.

Mendoza, señala que aún no se ha visto la "personalidad" de Threads, ya que eso tomará tiempo. En referencia al futuro de Twitter y Threads, el experto señaló: "Creo que todas las plataformas pueden coexistir. Cada plataforma tendrá sus propias herramientas y políticas y serán los usuarios los que seleccionarán la plataforma adecuada según sus intereses".

Casas de tolerancia

E-mail Compartir

Hurgar diarios del siglo pasado, nos lleva a sorprendernos con los ondulantes episodios que han afectado nuestra ciudad de Antofagasta que, a comienzos del siglo XX, tenía una población que apenas se empinaba sobre las 18 mil almas.

Ya en esos años, las llamadas "casas de tolerancia" eran un dolor de cabeza para la municipalidad y su séquito de regidores. Para aminorar las consecuencias que se dejarían sentir en la moral ciudadana, en 1909 se estableció un perímetro central, dentro del cual no podrían funcionar los lenocinios. Pero la medida no fue respetada.

Fue entonces que en calle Copiapó se establecieron los numerosos burdeles. De este modo, los inspectores municipales podían ejercer un control sanitario sobre las hetairas. Esta ubicación se vio favorecida -además- con la habilitación del puerto artificial, ya que los tripulantes tenían "a la mano" los lugares para su diversión, después de largas singladuras. Desde Ossa y hasta la calle Esmeralda, las puertas de estas casas -con faroles rojos- estaban abiertas para el jolgorio y la parranda.

Pero ya el año 1940, las voces del sector comenzaron a levantarse, para pedir la erradicación de las casas de tolerancia. La iglesia del Corazón de María y el colegio cristiano adyacente, junto a la inquietud de los vecinos del barrio, expresaron argumentos que fueron oídos por la casa consistorial, que determinó el traslado al sector Bellavista, calles Rio de Janeiro y Montevideo.

La presencia de dichos tugurios en ese sector fue objetada por algunos sectores del vecindario, lo que motivó la decisión del alcalde, Floreal Recabarren de erradicarlos. Corría el año 1965. Los burdeles se desperdigaron por diversos sectores de la ciudad y atendían a sus parroquianos en el marco de la clandestinidad.

Pero esa medida no habría de durar mucho tiempo, para mal de muchos.

Después de tantas medidas destinadas a morigerar este problema social, llegamos a una dolorosa conclusión. De nada sirvieron los desvelos, las discusiones y las decisiones de los munícipes de antaño. Otros ediles, con una mirada absolutamente divergente, lábil, borraron de una plumada todo lo obrado anteriormente.

Hoy, el "barrio rojo", está en el corazón mismo de la ciudad de Antofagasta.

Jaime N. Alvarado García. Profesor Normalista - Periodista