Para algunos grupos de la población, como ancianos, pobres o personas que viven en zonas rurales, el acceso a la salud presenta obstáculos. En estos segmentos y el resto de la población, las plataformas de salud digital son una alternativa que han permitido dar respuesta, facilitando el acceso a la salud. Si bien estas representan una oportunidad, también presentan desafíos.

La atención médica digital está cada vez más presente en el diario vivir, cambiando la forma en que se realizan las atenciones de salud. Por lo tanto, es necesario integrarlas en la vida diaria y aprender de los esfuerzos de desarrollo e integración que han realizado diversos países.

Así también lo entiende el G20, principal foro para la cooperación económica internacional, que considera el acceso digital universal de la atención médica inclusiva un aspecto clave para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 (buena salud y bienestar).

En este contexto, junto a otros académicos elaboramos un documento que proporciona políticas y recomendaciones que buscan integrar la infraestructura de atención médica digital, para un acceso asequible, equitativo y universal. Esta hoja de ruta o guía resulta fundamental, pues entrega un marco claro, conciso y completo, para promover un acceso digital universal a una atención médica inclusiva digital.

Nuestras recomendaciones se enfocan y resumen en seis aspectos: salud digital, acceso a la atención médica digital; personal que entrega la atención médica digital; población receptora de asistencia médica digital; las fuerzas que mueven la salud digital y los recursos digitales.

En general, estas buscan priorizar las preferencias de salud de cada país, las que deben estar alineadas a la estructura de gobernanza y requisitos legales, estableciendo normas para el acceso digital en la atención médica, así también, superar las barreras de acceso, a través de la educación, los incentivos y la flexibilidad operativa. Adicionalmente, el acceso a la atención médica digital debe ir de la mano con el acceso físico (en persona), para que sea equitativo y así reducir las disparidades en la atención.

El acceso digital debe estar disponible para todos los proveedores de atención de salud; ofrecer programas específicos de enfermedades y atención centrada en el paciente; así como para toda la población. Las personas deben ser socias en el diseño, desarrollo y entrega del acceso digital a la salud.

Un aspecto importante son los recursos digitales, que involucra a los recursos tecnológicos; recursos financieros, que sustentan la disponibilidad, accesibilidad y calidad de los otros recursos y sistema; y recursos humanos, que deben diseñar, desarrollar y operar el sistema, y soportar las funciones de la tecnología para el personal y población.

El éxito de la implementación del acceso digital universal a la atención médica inclusiva dependerá de su gobernanza a nivel local, nacional y global. Además de formular políticas, debe incluir la generación de conocimiento a través de la investigación y la evaluación de políticas y prácticas.

En Chile, el acceso digital universal abre una posibilidad para cerrar brechas de acceso al sistema de salud. Los desafíos van en línea en cómo obtener el máximo provecho, utilizando estas tecnologías y transformando el sistema de salud, hacia uno que promueva la salud universal.

La presentación de antecedentes a la Contraloría por parte de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) respecto a las funciones que presta la Fundación Servir y Amar -entidad ligada a la Compañía de Jesús - abrieron un nuevo frente de cuestionamientos a la gestión del Gobierno Regional.

La indefinición de roles, el acceso a información estratégica, y el uso de recursos públicos por parte de externos fueron parte de las aprensiones señaladas por la dirigencia de la Anef ante la CRR.

Y si bien, desde el Gore descartaron conflictos de intereses, explicando que la presencia de la fundación se debía al proceso de inducción, parece más necesario que nunca, entonces, un pronto pronunciamiento de la Contraloría respecto a la situación.

Lo anterior, no solo por la transparencia en la gestión de recursos públicos, sino además, por la necesidad, a veces olvidada, que tienen las autoridades de elevar los estándares de rendición de cuentas en todos los aspectos relacionados con el ejercicio del poder.

Y es que en cierto modo, el cumplimiento de la normativa que regula el traspaso de recursos públicos a instituciones privadas sin fines de lucro, debería constituir el 'desde' el cual observar críticamente la gestión de las autoridades.

En el caso de Servir y Amar, por ejemplo, se trata de recursos del FNDR cuya disposición es potestad del gobierno de turno y prácticamente no existen controles externos que observen el buen uso de los mismos. Y si bien se ha avanzado en reducir la arbitrariedad de las decisiones dictando un reglamento interno para la disposición de los recursos, urge mayor transparencia en el monitoreo y control de los mismos.

La pronta respuesta institucional, por tanto, es parte clave en la resolución de un conflicto que, hasta el momento, no parece tener bordes.