Avance de influenza aviar extiende impacto en crías de lobos marinos
VIRUS. Según experto, las primeras aproximaciones en el agua de los denominados popes o cachorros comienzan en mayo y junio, exponiéndose a contagios en medio de masiva mortandad de esta especie en la región.
El impacto de la influenza aviar mantiene a la macrozona norte como una de las zonas más afectadas del país por la mortandad de fauna de distintas especies, según han reconocido expertos que evalúan el impacto de esta panzootia.
Una emergencia ambiental que mantiene a la Región de Antofagasta como una de las áreas geográficas con mayor afectación por esta emergencia sanitaria, que afecta a casi la totalidad del planeta. De acuerdo a datos del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), entre el 7 de febrero al 30 de junio pasado se han identificado en el país 15.185 ejemplares de fauna marina muertos asociados al impacto de la influenza aviar. El registro lo encabezan los lobos marinos comunes (13.025). Más atrás siguen los pingüinos de Humboldt (2.093), chungungos (30), marsopas espinosas (21), delfines chilenos (15) y huillín (1).
En medio de este panorama la directora nacional de Sernapesca, Soledad Tapia, valoró recientemente el trabajo desplegado por entidades como el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y municipios, entre otros; por el trabajo desplegado para enfrentar el impacto del virus H5N1. "Quiero destacar la tremenda labor de nuestros funcionarios y funcionarias en todo el país, en especial en la macrozona Norte. Principalmente las regiones de Arica y Parinacota y Antofagasta son las más golpeadas, que se mantienen altas cifras de animales que aparecen con sintomatología de influenza aviar, como también en las regiones de Atacama y Coquimbo", dijo.
De los más de 13 mil lobos marinos comunes muertos asociados a la influenza aviar durante el primer semestre, la mayor cantidad ocurrió durante el mes de mayo, con 3.929 ejemplares varados, detalla un comunicado de Sernapesca. "La zona en donde hubo más varamientos de lobos marinos comunes muertos fue en el norte entre las regiones de Arica y Atacama, siendo la más afectada la Región de Antofagasta, con 4.626 ejemplares muertos, la mayoría de ellos hallados en el mes de junio", agrega el documento.
El alcalde de Mejillones, Marcelino Carvajal (PPD), junto con alertar sobre la emergencia sanitaria que implica la alta mortandad de lobos marinos, también ha advertido sobre la edad de las especies afectadas. "Siguen muriendo lobos marinos y también aves. Los primeros lobos (varados muertos) eran grandes, de más de 300 kilos; pero hoy están varando puros lobos chicos y más delgados. O sea, está muriendo una camada grande de lobos marinos".
"De verdad que es complicado, aunque nosotros recorremos solo lo que está más accesible, porque ¿qué pasa con las loberas que están detrás de los acantilados? Ahí no es fácil llegar para sacarlos, y se están muriendo ahí, donde quedan abandonados", comenta.
Una realidad en la que coincide Carlos Guerra-Correa, doctor en Biología y además director del Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Antofagasta. Según este especialista, la progresiva mortandad de crías de lobos marinos ha ocurrido en coincidencia con la evolución del período de crecimiento de esta especie y una mayor exposición al virus. "Se dio este fenómeno así, porque los primeros lobos en aparecer (varados) fueron ejemplares adultos, grandes. Nosotros recorrimos al principio del periodo reproductivo las loberas, como en la península de Las Bandurrias, y había hartos popes (crías de lobos marinos) sanitos y hembras que estaban pariendo. Constatamos que no había una mortalidad importante de popes en las loberías, lo que no se condecía con lo que estábamos viendo fuera, en otras playas, porque ahí había un montón de adultos muertos, pero popes ninguno. Aunque transcurrió el tiempo y ya a partir de mayo comenzaron a aparecer popes. Como que había cambiado el grupo etario que estaba siendo afectado. En esto habría que incorporar a análisis los mecanismos de contagio, porque es altamente probable que los mecanismos de contagio estén en el agua, en la alimentación, cuando están comiendo. Los popes que nacen en diciembre y enero, durante el peak de nacimiento, solo maman. Por lo que, en ese período, las crías no van al agua y no están en las áreas de alimentación".
"Recién en mayo comienzan los popes a tirarse al agua y tener actividades de natación y lúdicas en el agua. Entre mayo y junio podríamos decir que comienzan recién a comer y dar mordiscos a los peces. Por lo tanto, ahí se exponen a contagios; lo que es concordante con la cantidad de popes que comienzan a aparecer muertos", agrega.
Impacto en especie
Guerra-Correa, en tanto, proyecta que el impacto por la mortandad de lobos marinos se extenderá por los próximos años en las poblaciones de esta especie. "El fenómeno va a impactar a partir de ahora y va a durar por lo menos unos cuatro o cinco años más; cuando los que nacen ahora se incorporen a la población reproductiva, que es cuando ya tienen tres años a cuatro años las hembras. Ya en el cuarto año ahí se están incorporando a la población reproductiva; entonces, si vamos a esperar un impacto de mortalidad de popes va a surtir efecto en ese en ese período", añade Guerra-Correa, ante una eventual disminución en los ejemplares hembras afectadas, que hoy corresponden a crías de lobos marinos.