De acuerdo con la Dirección Meteorológica de Chile, los índices de radiación UV observados ayer estaban en lo más extremo en Antofagasta, algo que también pronostican para hoy.
Lo anterior se torna preocupante, si se considera que 9 de cada 10 personas con cáncer de piel, lo desarrollaron a causa de una sobreexposición al sol, según señalan desde la Fundación Arturo López Pérez (FALP), algo común en época de verano. Según explica el doctor Leonardo Peruilh, dermato-oncólogo de la institución, "olvidamos que al exponernos a la radiación UV solar, como también de solárium, estamos favoreciendo el envejecimiento prematuro y aumentando los riesgos de desarrollar cáncer de piel, ya sea del tipo no melanoma (carcinoma basocelular y carcinoma de células escamosas) o melanoma. Este último es el más agresivo y mortal".
En esa línea, según cifras del DEIS, entre 2018 y el 2022 la tasa ajustada de mortalidad por cáncer de piel se incrementó en más de un 40% en la Región de Antofagasta. Incluso, el año pasado la zona tuvo la cifra más alta, con un 5,07.
De las más de 115 muertes registradas por esta enfermedad entre el 2018 y el 2022 en la región, el 56% correspondieron a hombres y el 44% a mujeres. La comuna de Antofagasta concentró el 67% de los decesos, seguido por Calama con 17% y Tocopilla con un 7%.
Mientras, por edad, el grupo etario con más decesos fue el de 80 años y superior, con un 43% de las defunciones en la región, mientras que el 39% estuvo en las personas de 60 a 79 años. Sobre esto, el doctor Peruilh explica que "los daños que produce la radiación solar son acumulativos en el tiempo, por lo que, tanto la incidencia como la mortalidad de esta enfermedad aumentan en adultos mayores".
Respecto a otras zonas, Arica y Parinacota concentra una tasa de mortalidad de 6,60, mientras que Magallanes registra 4,97.
Las razones
Los especialistas consultados sostienen que esta alta tasa de mortalidad por esta patología responde a razones multifactoriales. El doctor Andrés Figueroa, dermatólogo de la Clínica Universidad de los Andes, comenta que "hay una multiplicidad de factores, habría que investigar un poco más acuciosa para establecer una relación directa. Pero lo que se puede inferir, principalmente, son dos razones: una, históricamente hemos sabido que la exposición al arsénico, que es más frecuente en las zonas del norte, sobre todo en los pacientes mayores de 60 o 70 años, ha sido mayor que en las regiones del sur. Por lo tanto, ese es un factor condicionante para el desarrollo de cáncer de piel. Y dos, los niveles de radiación, donde los días de sol son mucho mayores en Arica o Antofagasta que el resto de las regiones".
Coincide en esto el doctor Leonardo Peruilh: "En el caso de Antofagasta y Arica y Parinacota, podemos identificar tres variables. Por un lado, los altos niveles de radiación ultravioleta, asociados a una mayor exposición solar durante todo el año, tanto en materia ocupacional como en la población general, y a una aún deficiente conducta de protección solar. No hay que olvidar que el norte de Chile registra los mayores índices de radiación ultravioleta".
En segundo lugar, el facultativo añade "el factor medioambiental con la existencia de espacios aún contaminados con arsénico, metal que además de aumentar la incidencia, también incrementa la agresividad de algunos tipos de cáncer de piel".
Y, por último, el experto de la FALP agrega "tal vez el factor más determinante: el diagnóstico tardío. La falta de especialistas y centros de atención especializados se suma a consultas tardías, generando diagnósticos más avanzados de la enfermedad con peores pronósticos y mayor mortalidad".
Medidas preventivas
Con todo, el doctor Figueroa resalta que durante la pandemia del covid-19 "vimos un efecto relativamente beneficioso en cuanto a la gente que nos consultó. Muchas veces los cánceres de piel eran dejados de lado, porque eran asintomáticos, un lunar que crecía, y cuando llegaban era porque estaban dando síntomas. En cambio, con la pandemia, la gente tuvo tiempo como para revisarse un poco más, se quedó en casa, estuvo más tiempo para ella, y eso nos ayudó que el diagnóstico fuera más temprano".
No obstante, recalca que la recomendación es consultar con un especialista tempranamente, por ejemplo, "ante una herida que no sana, ante un lunar que cambia rápido, que sangra, que los bordes no son claritos, que es asimétrico, que tiene más de un color o un color negro muy oscuro, que el diámetro es mayor de 6 milímetros -el tamaño de las gomas de borrar de lápices-, o que el lunar cambie de forma repentina. Cualquier cosa de esas, tiene que pensar que está pasando algo malo. No significa que sea malo, pero podría, así que es conveniente que se evaluado por un dermatólogo".
Mientras, el doctor Peruilh sostiene que, "en materia de prevención, tenemos grandes desafíos como país. Por ejemplo, poder desarrollar campañas de educación de fotoprotección focalizadas en el norte, que permitan generar mayor conciencia y cambios conductuales tanto en materia ocupacional como general. Chile ha sido pionero en materia de legislación de protección solar, sin embargo, necesitamos generar cambios conductuales. Que los trabajadores realmente incorporen las medidas de protección en su día a día: uso de sombreros, lentes de sol con filtro UV, ropa protectora y en especial el protector solar FPS 30 o superior, al menos tres veces al día durante todo el año".