Abusos con las pymes regionales
Emprendedores de la zona han tenido una pésima experiencia con empresas subcontratadas para el montaje de plantas de energías renovables, las que se han marchado dejando millonarias deudas. El problema es que no son casos aislados, se repiten en los distintos proyectos que se han ejecutado en la región llegando a una deuda que en su momento se estimó en 12 mil millones de pesos.
La Región de Antofagasta es conocida mundialmente como la capital minera y hace algunos años se erige como la capital de la energías renovables no convencionales (ERNC), tras la construcción de modernas plantas solares, eólicas y termosolares y con decenas de proyectos por desarrollar. Una posición envidiable que lamentablemente no solo ha traído aspectos positivos, porque el gran aporte a la diversificación de la matriz energética se ha topado con situaciones indeseables debido a la irresponsabilidad y abuso de empresas subcontratadas para el montaje, las que se han marchado dejando millonarias deudas.
El problema es que no son casos aislados, se repiten en los distintos proyectos que se han ejecutado en la región llegando a una deuda que en su momento se estimó en 12 mil millones de pesos.
Son cifras estratosféricas y letales para quienes han puesto todos su bienes y esfuerzos en un negocio que es su sustento de vida. Son años de mucha dedicación que se ven dilapidados por quienes no respetan los acuerdos y simplemente no pagan por los servicios prestados que se realizan con profesionalismo.
Esta práctica fue detectada hace meses incluso años y es muy nociva para la economía local. Hay pequeños emprendimientos que debieron cerrar sus puertas al quedarse sin capital para continuar con sus labores.
Esta situación está en conocimiento de las autoridades de gobierno, las que en lo inmediato definieron políticas claras para asegurar el pago de servicios a no más de 30 días. Junto con exigir a las mandantes una serie de requisitos en las bases de licitación de las obras.
Incluso, hay algunos indicios -que se están investigando- de un actuar doloso de algunas de estas subcontratadas que se creaban con el claro fin de defraudar.
Los afectados han debido realizar una serie de manifestaciones para que los mandantes respondan solidariamente y han logrado algunos pagos. Pero debiera abrirse una mesa amplia que busque una solución definitiva para quienes hoy están asfixiados por deudas y sin poder retomar sus labores por falta de capital.
Es una lástima que este tipo de prácticas se haya masificado, porque se entiende que la industria energética nace con el claro fin de ser un aporte al combate del cambio climático y como una fuente de dinamismo económico regional. Hasta el momento sólo está cumpliendo lo primero.