"El inicio de FITZA estuvo marcado por la fortuna, como algo mágico"
El Festival Internacional de Teatro Zicosur Antofagasta está a pocos días de comenzar su vigésimo quinta edición. La actriz y ahora coordinadora del encuentro, Teresa Ramos, es uno de sus pilares y referente del teatro antofagastino, sabe que esta será una versión especial. 25 años son una cifra con mucho simbolismo que invita a recordar los orígenes y proyectar el futuro.
Justamente nos recibió en su hogar, contándonos sobre lo vivido en este festival, pero también sobre su vigencia en el teatro, el cine y ahora en la literatura con un libro próximo a lanzar.
¿Qué recuerdos tiene del primer FITZA de ese verano de 1998?
-Yo diría que el inicio de FITZA estuvo marcado por la fortuna, como algo mágico. Era un proyecto que veníamos persiguiendo desde hace un tiempo, concretar este sueño del maestro Pedro de la Barra. Buscando financiamiento, habíamos conversado con el alcalde Pedro Araya a quien le gustó el proyecto. Nos llevó por las poblaciones mostrando multicanchas que recién habían sido construidas. "¿Acá quieren presentar sus obras? Cuenten con mi apoyo", dijo, y puso los primeros cinco millones de pesos para el festival. Con eso, nos fuimos a la Universidad y, al ver que ya teníamos un apoyo, nos colaboraron con cinco millones de pesos más.
Y ese día mágico, veníamos conversando por la Avenida Brasil y nos encontramos con el Gobernador de la época. Él nos dio el dato de que fuéramos a hablar con Ernesto Tapia Montaner, quien nos contó que hacía pocos días le habían presentado un proyecto similar pero, al ver que nosotros ya veníamos con algunos fondos, decidió apoyarnos. Él contaba con recursos de la naciente Zicosur.
Las cosas se siguieron dando. Descubrimos que el Parque Croata podía ser una buena plaza, por ejemplo. Y apostamos a ello, corriendo el riesgo de que no llegara nadie. Pero el día que estrenamos, de a poco empezó a llegar la gente a sentarse en las sillas de madera que habíamos conseguido en colegios. Eran doscientas y se nos hicieron pocas. Estábamos maravillados.
Ahí parte una historia con grandes personas que han colaborado como Omar Awad, Carlos Núñez, Jorge González, entre otros.
¿Qué ha cambiado en la escena artística teatral desde hace 25 años hasta la actualidad?
-El primer gran cambio en la escena antofagastina se produjo cuando nosotros comenzamos con el teatro en 1962, misma época en que también lo hizo la UCN. Antes había poquitos montajes en la ciudad con compañías de aficionados o de afuera. Desde ahí empezaron más producciones locales y el proceso de formación profesional. Esos orígenes hay que destacarlos.
Y desde el comienzo de FITZA hasta hoy el gran cambio es la cantidad de compañías locales que existen. Yo creo que con la pandemia, desde el año 2020 empezaron a surgir varias de ellas. Me parece también que la llegada de la Escuela de Teatro de la UA influyó en la aparición de muchos talentos que no tuvieron que irse a estudiar afuera. Por otro lado, también resaltaría la gran presencia que siempre tuvimos haciendo teatro en poblaciones, que probablemente causó que varios de ellos se enamoraran de este arte.
También el trabajo del Liceo Experimental Artístico, la Corporación Cultural, ahora la Escuela de Desarrollo Artístico. Son varios factores que partieron desde ese 1962 que han ido confluyendo para lograr lo que se tiene ahora.
¿Cómo visualiza el futuro de FITZA?
-Esa es una buena y difícil pregunta. En los últimos años ha existido una baja en el apoyo monetario. Nosotros remuneramos a todo nuestro equipo, es importante pagarles a todos por su trabajo. Tal vez la pandemia nos jugó en contra, actualmente sólo tenemos a Minera Escondida BHP y el Gobierno Regional.
Esto se hace difícil porque el Festival tiene una importante trayectoria. Este año recibimos casi 280 postulaciones, lo que quiere decir que es una instancia conocida a nivel mundial. Una compañía de Santiago nos dijo que era un honor participar en un festival con nuestra técnica y la repercusión que tiene. Varias compañías luego de pasar por acá han sido invitadas a eventos en distintos países de Latinoamérica. Incluso este año, tenemos una importante cantidad de compañías locales, casi un tercio de ellas son de Antofagasta. Pudimos retomar también la venida de compañía de otros países. El Festival siempre crece, por eso se siente esa reducción de recursos. Nosotros estamos con la idea de pagar lo que corresponde a quienes son parte del mundo cultural.
Hablemos de usted, cuéntenos el secreto para seguir vigentes tanto en la escena teatral como en el cine.
-Yo creo que lo más importante es el apoyo de la familia. Yo lo tuve desde que era estudiante con mi tía Irma. Aunque no me dejaron ir a estudiar afuera, por cosas de la época, siempre tuve el apoyo familiar.
Para mí ha sido fundamental el apoyo mutuo y en diversos roles con Ángel. Siempre trabajando juntos. También mis hijos, Paola y Daniel que hasta el día de hoy siempre están conmigo, de hecho Daniel ha tomado responsabilidades en FITZA para que exista una continuidad. Y mi nieta, por supuesto, que es la luz que nos ilumina en este momento. Y mi hermana siempre presente.
Además, el amor por lo que haces es lo que te da fuerza. Sin amor, es difícil poder hacer algo como esto. Pensando en ello como una prioridad, a la altura de tu familia. Creo que eso es fundamental. Yo siempre he vivido soñando, pero los sueños hay que cumplirlos. Yo he concretado varios, algunos otros no. Pero tener sueños te da fuerza para poder trabajar por ellos.
Sabemos que hace poco estuvo grabando en el sur de Chile una película para Amazon.
-Eso realmente fue un regalo de los dioses. Un día me llamó un chico que me había visto en "Fatamorgana de amor con banda de música" diciendo que tenían un personaje para mí. Yo le dije que no tenía mucha experiencia en cine pero me pidieron que mandara mis antecedentes. Me respondieron casi al tiro. Y por qué te digo que fue un regalo. Una sabe que son productoras importantes pero no imaginé el nivel. Me trataban como el pétalo de una rosa. Estuve un mes completo grabando en Pucón. El trato fue espectacular. Era como un equipo de 200 personas y yo tenía hasta un vehículo a disposición para descansar o almorzar. Era hasta casi extraño. Ahí aprendí varias cosas y les gustó mi trabajo. Me pusieron más escenas y como tenía textos en mapudungún, también aprendí de eso. Y esto que yo pensé que había sido por el 2021, resulta que me volvieron a llamar para hacer unas escenas de racconto en la segunda y tercera película.
Cuéntenos también sobre el libro que está preparando y que está pronto a lanzarse
-Es un libro sobre los 60 años de la Escuela de Teatro de la Universidad de Antofagasta, financiado por el Fondo del Libro de la Seremi de Cultura. Es un trabajo que me llevó harto tiempo, con pandemia incluida, el cierre de la imprenta que tenía el libro, etc. Pero pude retomarlo. Cuenta la historia de la compañía hasta el año 2022, nuestra formación, nuestras obras. La gente cuando lea el libro realmente se va a dar cuenta de la proyección que tiene la compañía, que también estará presente en FITZA.