Apoyo a salud mental marca evaluación de la presencialidad entre docentes
EDUCACIÓN. Profesionales de la Educación plantean los desafíos a mejorar durante el 2023.
Como un año difícil, cargado de emociones extremas al interior de las salas de clases y donde quedaron al debe aspectos como la salud mental de los docentes, el mejoramiento de la infraestructura y la aplicación de mejores planes de nivelación curricular entre los estudiantes, es descrito el 2022 por diversos actores de la educación.
Un año complejo, que de acuerdo a los consultados, dejó en evidencia el rol de las familias en el proceso educativo, lo que dificultó mucho más el repaso de los contenidos.
Así lo expuso la profesora general básica, del Liceo de Hombres Mario Bahamonde, Milenka Castro, al sostener que "si tuviera que ponerle un nombre, d iría que fue el año de la reenseñanza. Un año bastante difícil de trabajar sobre todo porque hubo muchos estudiantes que mientras estaban con el tema online, nunca se conectaron. Fue un proceso bastante complejo, teníamos niveles distintos en las salas de clases, algo así como un "multigrado", donde teníamos niños que sabían mucho, otros más o menos y niños que no sabían nada. Fue súper complejo el poder nivelar a los estudiantes".
Agregó que "el volver a reeducar a los apoderados en relación a cuáles son sus obligaciones y deberes para con el establecimiento. El apoderado vivió este cambio de ser un agente externo y visualizador de la enseñanza de su hijo, a ser un actor protagónico durante la pandemia, en la mayoría de los casos".
Para Danisa Pérez, profesora de Ciencias de la Escuela España, el retorno a la presencialidad fue adverso, no solo por los problemas relacionados a la salud mental de los estudiantes, sino también, debido a las malas condiciones en las cuales estaban los establecimientos, lo que originó un paro docente que duró casi un mes. "La falta de personal y el problema de la salud mental provocó un gran desgaste en los profesores, los brotes constantes de covid y los problemas disciplinares de los estudiantes influyeron en un aumento de licencias médicas en los docentes. Eso fue el resultado del abandono en el cual hemos estado trabajando, bajo condiciones de agobio y falta de recursos. Desde Cmds no se cumplió con todos los acuerdos a los que llegamos para deponer el paro".
Junto con esperar mayor apoyo en temas asociados a la salud mental, Pérez acotó que para el 2023 espera que se "inyecten recursos en talleres que sean efectivos. Hay que mejorar la infraestructura de los establecimientos, cumplir realmente con los acuerdos y por sobre todo respetar y valorar desde el empleador la labor que realizamos los docentes".
Sobre el punto, la profesora de Ciencias Naturales de la Escuela Darío Salas, Clara Alfaro, manifestó que "la parte emocional fue compleja. En los niños se notó un mayor índice de agresividad, algo que no habíamos visto con niños de primer o segundo ciclo. Por eso, creo que es necesario que los profesores volvamos a tener empatía con los estudiantes. Antes de que querer ayudar a los chicos a potenciar aprendizajes, hay que verlos como personas, y hay que velar por su integridad física y emocional, eso es lo primero".
"Hubo muchos chicos -continuó la docente-, que hablaban de suicidio, chicos que se me acercaban y me decían que no sabían qué querían hacer en la vida, que no tenían idea de en qué dirección ir y lo que yo interpreto de eso, es que mientras estuvieron en casa, tal vez no hubo mucha conversación con papá y mamá (...) por lo mismo, creo que debería de haber algún tipo de capacitación el próximo año, para los profesores, respecto a cómo manejar ciertas situaciones como las tendencias suicidas o los problemas que los niños traen de sus casas".
Al respecto la profesora de la escuela Padre Patricio Cariola, Daniela Avilés, manifestó que "el año escolar fue muy agobiante, no hubo una preparación ni sicológica ni emocional para contener a los estudiantes después de dos años de pandemia, donde las cifras de problemas de salud mental aumentaron considerablemente. Por lo mismo, si se quiere mejorar la educación, se debe tomar en cuenta la salud mental de los estudiantes, los trabajadores, profesores y apoderados, los equipos en las escuelas, porque así como estamos no damos abasto. Hay muchos profes que se quieren ir del sistema educativo porque ya no dan más".
Paulina Torres, docente de la Escuela de Párvulos, Marcela Paz, explicó que "los niños más pequeños que ingresaron a los niveles de preescolar no tenían la autonomía suficiente, niños de 5 años que desconocían sus nombres, no sabían lavar sus manos, ni reconocer emociones ni en sí mismos ni en sus compañeros generando momentos de agotamiento físico y mental para los trabajadores de preescolar (...) los docentes tenemos a futuro la dura tarea de comprender a nuestros estudiantes y priorizar la salud mental de ellos y la propia, con tal de poder avanzar en contenidos" precisó.
Resignificación
Para Diana Moreno, directora de la Escuela República de EE.UU. una de los desafíos del próximo año tiene que ver con resignificar la labor docente.
"Tenemos que despertar los valores básicos que se perdieron en la pandemia, como el compañerismo, la valoración por el otro y por uno mismo, el respeto. Debemos gestionar esta resignificación dada la importancia de estos valores, como desafíos a trabajar para el próximo año. En este proceso de reeducación, tenemos que botar todo y volver a construir en base a esta nueva normalidad. Los protocolos ya están añejos, ya sea para sancionar, como para premiar. Hoy más que premiar lo curricular, se premia el esfuerzo que pueden hacer los alumnos, aunque sea para sacarse un 4, o si es que son buenas personas", dijo.