Región enfrenta compplejo escenario ante falta de docentes y bajas postulaciones en pedagogías
EDUCACIÓN. Se estima un déficit de 1.200 académicos con miras a 2025 y las carreras docentes de universidades locales han sufrido la mayor baja de matrículas en el país.
El domingo se conmemoró el Día del Profesor en Chile, y pese a la importancia de la fecha, su celebración este año se dio en un marco preocupante para el desarrollo y el futuro de la profesión. Según cifras otorgadas por Elige Educar, se refleja un déficit significativo de docentes a lo largo del país, llegando a proyectar una falta de 26 mil profesionales con miras a lo que es necesario cubrir en 2025.
Antofagasta es una de las zonas que más siente este fenómeno. En esa predicción, se ubica en el segundo lugar en lo que concierne a déficit de educadores, con alrededor de 1.200 faltantes. Mientras tanto, otro estudio realizado por el Observatorio Docente del CIAE de la Universidad de Chile, señala que la región es la que más disminución tuvo en las matrículas en carreras de pedagogía, con un 30% menos de estudiantes inscritos el año pasado en comparación a 2020.
Este último dato también se enmarca en una crisis respecto al tema a nivel nacional. El mismo documento refleja que los alumnos de primer año en carreras docentes bajaron en un 35% en Chile entre 2018 y 2021, siendo las pedagogías de enseñanza media las más afectadas con un descenso del 25%.
Causas
De acuerdo al decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Antofagasta, Pablo Camus, la situación se da debido a las problemáticas estructurales del sistema educacional en sí. Si bien apunta que hay temas en los cuales se ha intervenido correctamente, no han existido acciones concretas con respecto a las deficiencias de fondo.
"Se ha avanzado en mejorar la calidad de los programas, en obligaciones que las instituciones deben cumplir para impartir una carrera. Se ha generado mucha política pública en torno a cuestiones funcionales, pero no se ha avanzado nada en lo que son cosas estructurales. Subir los salarios de los profesores, mejorar las condiciones de trabajo, las horas de dedicación a la docencia y todo lo que implica mejorar la calidad de vida y el status del profesor", señaló Camus.
La investigadora del CIAE de la U. de Chile, Beatriz Ávalos, comparte parcialmente esta visión, apuntando a que la baja en las matrículas de pedagogía en general es sostenido y que las precarias condiciones que presenta la profesión juegan un rol en la percepción de potenciales estudiantes nuevos.
"Los datos que manejamos muestran que el descenso ya estaba desde el 2017, lo que es antes desde que se pusiera en marcha la ley de apoyo profesional docente, lo que expone que no se vincula a la puesta de mayores requisitos o puntajes para la entrada a las carreras de pedagogía,, Por lo general, se considera que hay una mala visión pública de la enseñanza en torno a cuestionamientos como la baja paga o a la fuerte carga laboral", indicó Ávalos.
Propuestas
Ante esta disyuntiva, las potenciales soluciones apuntan en distintas aristas que se deben intervenir pronto, considerando que sus efectos se verán a largo plazo. Ampliar la oferta disponible, mayor difusión de programas, la necesaria alza de los salarios o aligerar los horarios que cumplen los educadores son parte de las iniciativas que se deben priorizar según los especialistas.
"Los esfuerzos se tienen que centrar en dos ámbitos fundamentales: las condiciones del ejercicio docente y las remuneraciones. En las condiciones hay un ámbito que tiene que ver con la salud mental, la convivencia y el acompañamiento de los profesores. Llama la atención que en ninguna de las leyes que ha abordado la carrera docente se aborde esta necesidad", advirtió la decana de la Facultad de Educación de la U. San Sebastian, Ana Luz Durán.
"Lo que nosotros necesitamos es una campaña pública que valorice el trabajo que hacen los docentes, con la suficiente fuerza para que los jóvenes no piensen que la pedagogía es una carrera que no vale la pena estudiar. Se debe exponer la importancia del oficio, historias sobre cómo influyen en los alumnos", consideró Avalos.
"Como UA impartimos ocho programas de formación. En la región se suman los que implementa la UCN. Pero faltan áreas críticas del desarrollo. Se deben desarrollar planes de prosecución de estudios, orientados a aquellos que descubran vocación tardía y que les permita avanzar rápidamente a desarrollar su profesión. Además necesitamos mejorar la infraestructura inmobiliaria de las escuelas", agregó Camus.
Adicionalmente, el también Doctor en Sociología también hace énfasis en mejorar el acceso: "Las pruebas de selectividad sirven como mecanismo, pero también se tiene que atender la trayectoria del estudiante, lo que implica mirar en perspectiva. Ahí tienen que nacer programas de acceso como mecanismos de preparación, con el fin de derribar barreras de acceso que perpetúen las desigualdades del sistema escolar en su conjunto.