Razones para el rechazo
Nuestro partido ha tenido desde sus inicios un fuerte sentido reformista y fuimos parte del acuerdo suscrito ese 15 de noviembre en madrugada cuando firmamos aquella opción de poder abrir el espacio a una nueva Carta Magna junto con un acuerdo de paz que no respetó la oposición tanto en el Congreso, las calles y redes sociales.
¿Por qué debiéramos rechazar? porque fuimos demasiado ingenuos en pensar que una nueva Constitución sería capaz de unir a todo un país. Efectivamente la clase política estuvo desconectada de la realidad nacional, la inequidad, centralismo, ineficiencia, malas leyes y abusos se tomaban la agenda de una manera solapada sin que nadie pudiera intervenir hasta el 18 de Octubre, pero esto no es culpa de la constitución, es culpa de toda la clase política de izquierda y derecha que ha mantenido capturado al Estado utilizándolo como un coto de caza donde la meritocracia no existe, y donde los operadores políticos tienen su nicho.
¿Por qué rechazar? porque la Convención no estuvo a la altura, fracasó y no respondió al mandato que la ciudadanía les otorgó a través de las urnas. Tenemos un país hermoso, pero dividido y sin identidad. Lo más peligroso de esto es que nuestro país se siente confundido, y la confusión trae miedos que puede hacernos cometer errores difíciles de revertir.
¿Por qué rechazar esta nueva constitución? porque simplemente no nos une, pero a su vez no da la oportunidad para poder avanzar en una nueva Carta Magna con sentido común, donde podamos recoger también puntos relevantes que se presentan como el medioambiente, participación, descentralización y derechos sociales.
Vladimir Meza Saavedra Presidente Regional Evopoli
CEP y las Universidades
La reciente encuesta CEP evidenció que de las instituciones en las cuales más confían las personas las universidades (con un 54%) encabezan el ranking seguidas por la PDI (45%), radios (44%) y Carabineros (38%).
En el caso de las universidades, y ad portas de una instancia electoral de relevancia para nuestro país, sería importante que éstas dejaran el ostracismo y retomaran activamente su vocación ciudadana, abriendo espacios para la discusión pública, con académicos que participen del debate (con objetividad, sin sesgos ideológicos - políticos) ocupándose en contribuir a la alicaída formación y educación cívica de las personas.
Lo anterior, entendiendo que el rol formativo de las universidades va mucho más allá de sólo lo profesional: están formando personas, ciudadanos activos que participarán en la construcción del presente y futuro de Chile.
Rodrigo Durán Guzmán
Reducción de Jornada
Recientemente la revista TIME destacó que Chile es "nuevamente el laboratorio social, económico y político del mundo", gracias a un cambio de dirección que "combina la responsabilidad fiscal con una economía más competitiva, mejores protecciones sociales y condiciones de trabajo".
Analizando la reducción de jornada laboral como un experimento de este laboratorio chileno, advierto que opera sobre una hipótesis dudosa: a menos trabajo, más bienestar.
Estudios previos han demostrado que la felicidad no es inmediata. Que deben darse condiciones psicosociales en el trabajo que no quedan aseguradas por un simple cambio en la temporalidad: bajamos de 48 a 45 horas trabajadas y no se vio el efecto ni en la productividad ni en el bienestar; aumentamos las horas de la jornada escolar y eso no afectó la calidad del aprendizaje.
Más allá del debate por las 40 horas, entendiendo que es un tema de calidad más que de cantidad, surgen, al menos, dos interrogantes que vale la pena considerar: 1) a nivel organizacional, ¿qué va a cambiar en las condiciones del trabajo?; 2) a nivel personal, ¿qué vas a hacer con las 5 horas que te quedarán disponibles.
Pablo Cea González Facultad de Psicología de la UDD
Quorum
¡Aún tenemos senadores, ciudadanos!
José Luis Hernández Vidal
Utopía
Lo consideraron así: los constituyentes iban a salvar al país y con mirada de futuro elaborarían una nueva Constitución como fuente de eterna felicidad. La casa de todos sería el país que acogería a todos los chilenos o avecindados, con bondad e igualdad y que gozarían de una calidad de vida nunca vista.
Era un mesianismo puro y los constituyentes, en su gran mayoría, pensaban que eran los salvadores de la patria, pero solo se trataba de una utopía o una muy bien tramada maniobra ideológica
Renzo Follegati Ghio