Aumento de personas en situación de calle
Cada día crece el número de quienes se ven en la obligación de instalarse en espacios públicos ante la imposibilidad de tener una vivienda. Es importante actualizar el catastro, definir los casos prioritarios y disponer de una ubicación digna para ellos. Hay muchos casos que requieren de nuestra solidaridad.
El aumento de personas en situación de calle es una realidad que se viene generando hace meses y la evidencia se nota a simple vista en las calles de la comuna de la Región. Muchos de ellos extranjeros que llegan sin recursos al país y se instalan en lugares comunitarios ante la necesidad de tener un lugar para pernoctar mientras logran contar con los medios para salir de esa indigna condición.
Pero también hay connacionales que están en esa situación por diversas razones y que buscan espacios seguros para instalar sus carpas o los denominados rucos, para vivir y refugiarse de las temperaturas que vienen en descenso.
Las cifras del Hogar de Cristo son elocuentes y casi catastróficas y que explican claramente la magnitud de lo que vemos en las calles.
Según sus estadísticas nacionales, de poco más de mil personas que reconocían vivir en la calle en 2020 se pasó a 11.304 en 2021, un crecimiento explosivo e inquietante.
Si bien existe una mala utilización de los espacios públicos por estas personas que los ocupan, el trasfondo es mucho más preocupante porque existe una necesidad que no se está atendiendo desde el Estado.
Deben ser escasas las personas que por decisión propia decidan vivir a la intemperie. Son las precariedades que viven las que los obligan a tomar las calles como su lugar de refugio e intentar la sobrevivencia en condiciones muy adversas.
La pandemia, el aumento en el flujo migratorio y ahora último el aumento en el costo de la vida son las principales razones de este fenómeno social que nos plantea desafíos inmediatos como sociedad y como país.
Es urgente contar con lugares de albergue, más ahora que se aproxima el invierno y las temperaturas sufren una brusca caída. Ya se debiera analizar si se cuenta con espacios para habilitarlos como residencia temporal de personas de la calle, especialmente de aquellas familias con niños.
Tienen que solicitarse los recursos que sean necesarios y apoyar a las instituciones que trabajan con quienes están en esa condición para que puedan abrigarse y poder servirse una comida caliente.
Es importante actualizar el catastro, definir los casos prioritarios y disponer de una ubicación digna para ellos. No podemos mirar hacia el lado cuando hay muchos casos que requieren de nuestra solidaridad.