Deterioro de zona céntrica inquieta a residentes y comerciantes del sector
CIUDAD. Inseguridad causada por delincuencia, progresivo retorno de comercio ambulante y alta contaminación acústica desalienta visitas a esta zona de la capital regional.
"Después de las cinco, la gente ya no va al centro", comenta Karla Gim, presidenta de la Junta de Vecinos de la población Matta, sobre una creciente sensación de inseguridad que desincentivaría acudir al centro de Antofagasta en horario vespertino.
Una percepción que pareciera corroborar un reciente video difundido en redes sociales a mediados de la semana pasada, sobre una aparente riña en la Plaza Sotomayor. A plena luz del día, se observa en las imágenes un sujeto que persigue a otro con un arma "hechiza" en el intento de disparar sin importarle la presencia de transeúntes por el lugar.
Para la dirigente vecinal de la Población Matta se advierte a diario una alta inseguridad en la zona céntrica de la ciudad y barrios aledaños.
"Nosotros estamos un poquito más arriba de la Plaza Sotomayor, pero en el lugar que vivimos también hay un alto nivel de delincuencia. Muchos suben corriendo, como la gente llamada 'mechera' que anda robando en el centro. Por eso la gente va en la mañana al centro y evita hacerlo en las tardes y especialmente en la noche debido a lo mismo: asaltos y delincuencia. Es muy inseguro especialmente para los adultos mayores. Los vecinos hacen los trámites en el día, máximo hasta las dos de la tarde", dice Gim, quien agrega que también desalientan los trayectos al centro la conducta de choferes del transporte público que no se detienen ante los usuarios del servicio.
Compleja normalidad
El retorno a la aparente normalidad que enfrenta el país, tras superar el período más crítico de la pandemia, ha coincidido con un progresivo deterioro de zonas céntricas y cascos históricos de distintas ciudades, según afirman residentes y comerciantes de estos sectores urbanos.
Panorama que también se evidencia en Antofagasta, según describen comerciantes y vecinos del sector. Una postal diaria de esta contingencia la representa la vuelta de ambulantes a algunos sectores de Antofagasta, sumado a las habituales riñas debido a la disputa de espacios. A esto se agrega el persistente aroma de comida preparada sobre pequeños carros adaptados y la presencia de músicos y cantantes callejeros con amplificadores de alta potencia, que también emplean en ocasiones vendedores en el acceso de sus locales para atraer a clientes y organizaciones civiles que plantean sus demandas a altos decibeles.
Una contaminación acústica que, según trabajadores del comercio establecido, dificulta desempeñarse en la zona por constantes ruidos molestos.
Según comenta Marcelo Barraza, presidente de la junta de vecinos 21 de Mayo, debido a la inseguridad de la zona céntrica han optado en el barrio por sugerir a vecinos comprar a través de plataformas digitales con reparto a domicilio.
"La zona céntrica se ha convertido prácticamente en tierra de nadie. Por ejemplo la Plaza Sotomayor y la misma avenida Matta y Prat debido a la delincuencia. Ha habido además un descontrol del comercio callejero, cocinerías en la calle y si uno transita por ciertos sectores de Maipú ya no se puede caminar libremente y se debe bajar a la calzada con el riesgo de un atropello, porque la acera está tomada por el comercio", dice.
"Por lo general siempre recomendamos a los vecinos usar las redes sociales para cualquier denuncia y además si es necesario también para comprar. Hay mucho delivery incluso con reparto a domicilio en los supermercados. Es mucho más confiable esto por lo que está pasando en el centro. En nuestra Junta de Vecinos hay muchos adultos mayores que deben salir a comprar y pagarse (jubilaciones), entonces, estamos viendo cómo apoyarlos en temas digitales", detalla Barraza.
Creciente inseguridad
Para Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta, el desorden que se advierte en el centro de la ciudad obedecería a la permisividad con la que se ha enfrentado el comercio informal. "Nuevamente algunos comerciantes ambulantes empiezan a pelear por los lugares y por la competencia de la mercadería que venden. Además la delincuencia misma y la venta de drogas van generando un entorno de mucha preocupación, inquietud y temor no solamente para la gente que va al centro, sino también para los trabajadores del sector, muchos de los cuales tienen temor cuando salen de sus trabajos y deben regresar a sus domicilios", opina.
"Hoy transitar y trabajar en el centro es peligroso. Esto redunda en la calidad de vida de los que trabajan en el sector, como también en su salud mental. Muchos trabajan con temor por los frecuentes hurtos y amenazas. La bulla además es una situación tremenda y no comparto en absoluto a quienes enfrentan el ruido con más ruido. Porque cuando se instalan algunas personas o artistas callejeros con amplificadores en la vía pública, otros para competir por el espacio usan amplificadores más fuertes aún", describe Sánchez.
"La bulla además es una situación tremenda y no comparto en absoluto a quienes enfrentan el ruido con más ruido".
Antonio Sánchez, Pdte. Cámara de Comercio