"Hoy en día sé qué en la municipalidad hay gente eficiente dispuesta a ayudar"
Oriundo de Villarrica don Salim, como se le conoce en la comuna, llegó a la localidad de Baquedano el año 2007, a raíz de que tenía como meta conocer el norte de Chile y llegar hasta el Lago Chungará.
Cuando llegó a la comuna comenzó a trabajar en el restaurante La Casona donde administró el lugar hasta el año 2014, donde atendían diariamente alrededor de 200 personas.
Hace 3 meses pertenece al programa del Adulto Mayor de la Municipalidad, en donde realizan manualidades las cuales se utilizan en distintas actividades de la entidad edilicia.
Sabemos que es del sur del país ¿Qué cosas extraña de su zona natal?
-Más que extrañar mi vida sureña, extraño llevar una vida "normal", lamentablemente hace más de 3 años mi señora Isabel sufrió un Accidente Cerebro Vascular lo que la dejó postrada y tuve que dejar de trabajar para hacerme cargo y cuidarla. Esta enfermedad si bien no la tuve yo, igual uno está pendiente de la persona en todo momento, y uno vive con el miedo constante que le pase algo por eso a la larga uno también se enferma mentalmente, por todo lo que significa cuidar a tu pareja. La pega que uno hace, y no lo digo con el fin de agrandarme, pero el trabajo que uno hace como "cuidador", es un trabajo difícil y la verdad ni a mi peor enemigo le deseo algo así.
Lo bueno es que con el pasar del tiempo, ella ha ido mejorando, por lo que ahora hay un poco más de independencia, incluso ahora la tengo que alimentar una vez a la semana, ya que los demás días lo cubre el Programa Ricarte Soto, lo que de alguna forma es una gran ayuda para sobrellevar esto.
Además de este programa ¿Recibe alguna otra ayuda?
-La verdad es que si tengo que hablar bien de alguien, acá en la posta me saco el sombrero con dos personas que me ayudan mucho, el Kinesiólogo Sebastián y la enfermera Ena, ellos se han dedicado mucho a ayudarme con los cuidados de mi señora, a cortarle el pelo, las uñas, a bañarla, entre muchas otras cosas que sinceramente para mí son valiosas. El compromiso que tienen ellos va más allá de su trabajo, yo cuando los necesito, los llamo y vienen. Yo soy un tipo agradecido y la verdad es que las cosas buenas hay que agradecerlas y destacarlas, yo sé que si viviera en Antofagasta no tendría tantos beneficios, que incluso los profesionales de acá me ayudaron a postular, por eso ésta atención personalizada se agradece demasiado.
En su situación ¿Que otra ayuda cree usted que es básica para poder salir adelante con una situación adversa como la usted?
-Sinceramente, mire, la alcaldesa llevaba una semana desde que asumió y se sentó en este sillón, luego pasó a conocer a la Isabel, estuvo casi dos horas conversando acá de mi situación, esto fue un día viernes, el día lunes don Yerko me trae pañales, toallas y leche, imagínese en 3 días hicieron lo que nunca nadie había hecho por nosotros. También la señora Selene que viene constantemente, que cuando la molesto viene altiro, en realidad una maravilla. Yo pienso que para ir a pedir cosas a la municipalidad, hay que ir a pedirlas con amor, es como si yo fuera todo choro y voy a pedir plata prestada a tu casa… tú me cierras la puerta en la cara ¿o no? (Ríe).
Sabemos que siempre tenemos que sacar lo positivo de las cosas adversas que nos pasan en la vida ¿Que rescataría?
-Conocí gente buena en la muni… eso es verdad. Yo antes nunca tuve relación con la municipalidad y hoy en día sé qué hay gente eficiente, que está dispuesta a ayudar, se pegan el pique hasta acá, yo sé que es su trabajo, tienen que hacerlo, pero hay personas que dan más de lo que tienen que hacer y eso es muy bueno, nunca creí que me iban a tratar tan bien en la muni.