El quiebre en la coalición oficialista
Sebastián Sichel dio libertad de acción a los parlamentarios de Chile Podemos Más y seguirá con quienes respaldan su programa. Sin duda que habrá un giro en las campañas electorales. Sichel tendrá más libertades para librarse de ataduras, pero no contará con todo el aparataje para darle solidez a su trabajo en terreno.
El quiebre de la candidatura de Sebastián Sichel con los partidos del conglomerado oficialista era algo que se veía venir hace algunos días. El descenso en las encuestas, el respaldo de parlamentarios del sector a José Antonio Kast y las sugerencias para que morigerara sus ataques y emplazamientos al postulante republicano, decantaron en que la noche del martes oficializara la libertad de acción para los militantes y partidos de Chile Podemos +.
Si bien fue una decisión abrupta se puede interpretar del punto de vista de una maniobra de salvataje de su candidatura. Tener que responder respecto a los "descuelgues" de legisladores y dirigentes políticos de su coalición se convirtió en recurrente y en algo que no aportaba. Más aún, si como se vislumbra, las fugas seguirían debido a la baja adhesión en las encuestas.
Allí terminó un idilio inédito y que tras las primarias se veía muy prometedor. Se veía con gran interés que un independiente pudiera liderar un pacto que siempre se caracterizó por respetar a los candidatos de fila. Y sus partidarios comentaban que era un proyecto novedoso en el que se conjugaban ideas nuevas sobre la base de una mirada de centroderecha.
En las últimas semanas quiso marcar distancia con Kast y criticar algunos puntos de su programa como la eliminación del Ministerio de la Mujer o su posición sobre el pase de movilidad para los vacunados, además de otros como rebajas en impuesto y reducir el Estado.
Esta y algunas otras opiniones fueron las que provocaron un llamado desde los partidos de Chile Podemos Más para que su ataque no fuera tan frontal, pensando en que podría ser perjudicial para Kast en el escenario de segunda vuelta a los que ellos debieran apoyar.
Y así se fue fraguando el rompimiento final de Sichel con los oficialistas. Ahora seguirá adelante con quienes sí creen que su programa de gobierno es el mejor para el país y no con aquellos que están mirando la calculadora para alinearse con quien esté mejor posicionado en las encuestas.
Sin duda que habrá un giro en las campañas electorales. Sichel tendrá más libertades para librarse de ataduras, pero no contará con todo el aparataje para darle solidez a su trabajo en terreno.
Algunos ven como el gran vencedor a Kast y otros creen que habrá un renacer de Sichel. Sólo resta esperar el devenir de las campañas.