Astronomía de Big Data
"La nueva era astronómica de grandes datos se está alistando a cambiar la astronomía". Dr. Francesco Mauro, Astrónomo e investigador del Instituto de Astronomía UCN
En la historia de la astronomía la mayoría de los grandes avances están conectados con el acceso a una mayor cantidad de datos que antes.
En los últimos 100 años fueron tres los sondeos del cielo a ganarse el podio como principales progenitores de avances: el National Geographic Society - Palomar Observatory Sky Survey (NGS-POSS), el aún activo Sloan Digital Sky Survey (SDSS) y el Two Micron All-Sky Survey (2MASS), que realizaron un mapeo extensivo del cielo; el primero con lastras fotográficas en los 50 y los siguientes con sensores digitales a inicios del 2000.
En los últimos años fueron desarrollados más proyectos de sondeo del cielo, llegando a la construcción de telescopios e instrumentos pensados solo para ello. En Chile tenemos ya activos el telescopio VISTA y el VST en Cerro Paranal, la cámara DECAM en Cerro Tololo, el proyecto OGLE y la versión 4 y 5 del SDSS desde Las Campanas.
El siguiente paso tiene casa en Chile. En el Cerro Pachón, región de Coquimbo, está casi listo el nuevo observatorio Vera C. Rubin que -con su telescopio de 8 metros, un campo de visión equivalente a 30-40 lunas llenas y una cámara de 3.2 gigapixeles con la capacidad de observar el cielo nocturno visible en 3 noches- pasará la próxima década acumulando terabytes de datos cada noche y realizando el más grande catálogo de imágenes ópticas jamás realizado. Por primera vez en la historia de la astronomía, en conjunto con el observatorio será construido un centro de cálculo para el procesamiento de las imágenes y la búsqueda de los objetos transientes detectados (aquellos que cambian de posición o luminosidad rápidamente, como asteroides o supernovas). Por esto se están desarrollando sistemas informáticos llamados "brokers astronómicos"- para la comparación de las miles de imágenes y la generación de alertas; porque ningún humano podría realizar este trabajo. Serán estos sistemas informáticos los que alertarán sobre posibles nuevos objetos, dando una sugerencia de catalogación a la comunidad astronómica, profesional y amateur.
Y el futuro nos entregará aún más datos: el sistema de telescopios radio SKA (Square Kilometer Array), un complemento de ALMA, producirá casi un millón de millón de bytes de datos cada 3-4s, comparándose con el tráfico mundial de internet. La cantidad de datos será tan enorme que, de hecho, cualquier persona podrá obtenerlos y usarlos para desarrollar su propio proyecto científico, porque el trabajo a realizar será mayor que aquel realizable por la comunidad científica.
La nueva era astronómica de grandes datos se está alistando a cambiar la astronomía en general y también la amateur. De hecho, varios astrófilos ya comenzaron a avanzar su trabajo desde el simple descubrimiento de objetos transientes a realizar primeros estudios simples de sus características.