Presidente de China asegura que se "conseguirá" reunificación con Taiwán
DISPUTA. Xi Jinping lanzó duras advertencias contra quienes "traicionen a la patria" y prometió que "serán despreciados por el pueblo y condenados por la historia", mientras amenazó con que si la reintegración no ocurre "todos sufrirán".
El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, aseguró que el país "puede conseguir y conseguirá" la reunificación con Taiwán, isla que reclama su autonomía como nación y que es apoyada por Estados Unidos en su búsqueda de independencia.
"La reunificación completa de nuestro país puede conseguirse y se conseguirá", dijo Xi al final de un discurso en el que conmemoró el 110 aniversario de la Revolución de Xinhai (1911), que puso fin a siglos de poder dinástico en China y desembocó en la creación de la República de China.
Aunque en ocasiones anteriores Xi no descartó el uso de la fuerza para integrar en la República Popular a Taiwán, considerada por Pekín una provincia rebelde, esta vez aseguró que seguirán el "principio básico de 'reunificación pacífica'".
"La reunificación nacional por medios pacíficos es el interés general de la nación china, incluidos nuestros compatriotas de Taiwán", declaró el mandatario, que volvió a mencionar el marco de 'un país, dos sistemas' -aplicado en Hong Kong y Macao, que contempla autonomía en diversas áreas pero pertenencia a China- como opción para la isla.
El presidente chino llamó a los "compatriotas a ambos lados del Estrecho (de Taiwán)" a que "se pongan en el lado correcto de la historia", advirtiendo de que quienes promocionan la independencia de Taiwán son "el mayor obstáculo" para la reunificación y un "grave peligro".
Duras amenazas
Taiwán se gobierna de manera autónoma desde el final de la guerra civil en 1949 tras la victoria de los comunistas, que se saldó también con la retirada de los nacionalistas del Kuomintang (KMT) a la isla, donde continuaron con el régimen de la República de China, que oficialmente sigue reclamando el territorio continental controlado por la República Popular.
Con la transición a la democracia desde fines de los 80, en la isla han tomado fuerza las voces que reclaman declarar la independencia de Taiwán como Estado soberano.
Al respecto, Xi lanzó una dramática advertencia. "Aquellos que olviden su herencia, traicionen a la madre patria y busquen dividir al país no tendrán un buen final, y serán despreciados por el pueblo y condenados por la historia".
Tras insistir en que la "cuestión de Taiwán" es un asunto interno en el que no deben inmiscuirse otros países, Xi aseguró que "nadie debe subestimar la determinación, la voluntad y la capacidad del pueblo chino para defender su soberanía nacional e integridad territorial".
En opinión del líder comunista, la separación 'de facto' de la isla del resto del país surgió "de la debilidad y del caos de la nación", y se resolverá cuando sus planes del "rejuvenecimiento nacional" se hagan realidad.
"La reunificación es la esperanza de todos los chinos. Si China puede ser reunificada, todos los chinos vivirán una vida feliz; si no, todos sufrirán", amenazó dijo Xi, recordando a uno de los grandes protagonistas de la Revolución de 1911 (también conocida como la Revolución de Xinhai) y precisamente el fundador del KMT, Sun Yat Sen.
Sun, primer presidente de la República de China, sigue siendo una figura reverenciada tanto por los comunistas en China como por el KMT en Taiwán, una admiración compartida que se debe a su lucha por acabar con el régimen imperial y modernizar el país.
"Los comunistas chinos son los partidarios más firmes, los socios más leales y los sucesores de la causa revolucionaria de Sun Yat Sen", aseguró.
"El pueblo chino no tiene los genes para invadir a otros y dominar el mundo", dijo Xi. "El pueblo chino espera no solo el desarrollo de China, sino también que la gente de todos los países pueda tener una vida feliz y pacífica", matizó el presidente.
"China seguirá siendo un campeón de la paz mundial, un contribuyente al desarrollo global y un defensor del orden internacional, y haremos todo lo posible para hacer contribuciones aún mayores a la humanidad", agregó.
1949 Taiwán comenzó a ser gobernado de manera autónoma con respecto a China tras una guerra civil.
1911 la Revolución de Xinhai puso fin a la última dinastía en China y se instauró una república.