Fin a cuarentenas y al toque de queda
La baja de contagios y la alta vacunación han posibilitado que algunas restricciones se vayan relajando. La normalidad no está lejos, pero lo más probable es que se parezca más a la pos pandemia que a la que conocimos antes de su llegada. Es otro mundo al que debemos seguir adaptándonos.
El fin del toque de queda y las cuarentenas era largamente esperado por la comunidad, la que durante 19 meses había convivido con estas restricciones producto de la pandemia por coronavirus. La noticia fue oficializada por el Presidente Sebastián Piñera, quien dijo que en atención a la disminución de casos diarios, hospitalizaciones, vacunación y a la colaboración de todos los chilenos no se renovaría el estado de excepción que vence mañana.
Es decir, a contar del viernes se podrá contar con mayores libertades de desplazamientos en los diferentes horarios. Además la modificación del plan Paso a paso, elimina las cuarentenas y abre posibilidades para retomar las reuniones y ampliar la atención del comercio.
Continúan los aforos restringidos y en todas las fases el pase de movilidad, entregado a quienes cumplieron con su esquema de vacunación, permitirá ampliar la cantidad de personas reunidas en espacios cerrados y abiertos.
La colaboración comunitaria ha sido fundamental para ir dejando atrás las medidas definidas para controlar los contagios covid. Dentro de ellas, y sin lugar a dudas, la vacunación ha sido el pilar para fortalecer la inmunidad de la población y reducir los contagios.
Por ello se entiende que quienes cuenten con este "pase verde" tengan mayores libertades para desplazarse y asistir a reuniones. Lo que no se entiende es que aún existan movimientos antivacunas que nieguen su efectividad y se trate de convencer a la comunidad que es dañina y no recomendable.
Lo cierto es que si no hubiera existido un programa potente de vacunación es muy probable que no estuviéramos hablando del fin de las restricciones. Más aún, tras conocer la existencia de variantes del coronavirus.
Solo la vacunación nos ha permitido controlar los contagios y aunque la batalla no está ganada se cuenta con mayor resistencia.
El llamado es a seguir con medidas implantadas como el uso de mascarillas y el lavado frecuente de manos. Mantener un distanciamiento social y evitar las aglomeraciones.
La normalidad no está lejos, pero lo más probable es que se parezca más a la pos pandemia que a la que conocimos antes de su llegada.