La oportunidad está en las urnas
Poder elegir a la máxima autoridad en la región es un proceso inédito y debiera ser lo intrínsecamente suficiente para concurrir a votar. La inercia propia de una zona pujante necesita contar con el liderazgo que requiere para enfrentar los desafíos que se vienen y que son de gran impacto.
Este domingo será la segunda vuelta de la histórica elección del gobernador regional. Un proceso importantísimo para el país y sus regiones, porque a través de un ejercicio democrático los habitantes de los distintos territorios podrán elegir y votar por quién desean que lidere el crecimiento de los lugares que habitan.
Esta oportunidad que hoy tenemos en ciernes fue conversada, debatida y discutida en los distintos ámbitos del quehacer nacional. Desde las reuniones de organizaciones comunitarias hasta en el Parlamento, donde finalmente se aprobó la esperada ley.
Fueron décadas de reuniones y negociaciones que en la actualidad ven sus frutos y que tienen tranquilos, satisfechos y optimistas a todos los que en un momento lucharon por este paso a la descentralización.
Esa misma confianza y optimismo quieren transmitirlo a los electores para que entiendan que este es un proceso histórico y que la oportunidad de participar no puede ser desaprovechada.
Una razonable participación sería un gran espaldarazo y la confirmación que las regiones están ansiosas de ser partícipes de un proceso que tendrá seria incidencia en su futuro.
Lo lamentable es que las estimaciones de los expertos electorales es que la participación puede ser más baja de lo esperado. Inferior en varios puntos porcentuales a la última y eso desembocaría en una lucha más estrecha entre los candidatos que llegan al balotaje.
Claramente que el ideal es que atendida la importancia de esta elección el número de electores que se presente sea el más alto posible. No solo entregará mayor legitimidad a quienes resulten ganadores también es el argumento necesario para dar sostén a una iniciativa largamente exigida.
Y el respaldo en las urnas también será el aliciente para preparar el trabajo a futuro. Con el apoyo de los consejeros regionales, de las autoridades sectoriales y las comunales se puede crear una estrategia moderna que servirá para que la Región de Antofagasta tenga un crecimiento ordenado y beneficioso para sus habitantes.
Que esa inercia propia de una zona pujante pueda contar con el liderazgo que requiere para enfrentar desafíos que se vienen y que son de gran impacto, principalmente en producción minera, de energías verdes y desarrollo turístico.