Reapertura de los géiseres del Tatio
Hace una semana que el lugar recibe visitantes bajo un estricto protocolo de seguridad para evitar contagios covid. Esto demuestra que es posible hacer un turismo sustentable, de calidad y seguro. Este es el primer paso para lo que pronto vendrá en San Pedro de Atacama.
Los géiseres del Tatio son uno de los atractivos turísticos chilenos más conocidos a nivel mundial y están en nuestra región, en la comuna de Calama. Otrora miles de visitantes soportaban las bajas temperaturas de la madrugada y esperaban el clarear para ser testigos de un espectáculo de colores y de aguas hirvientes. Todo en un entorno de soledad y majestuosidad que lo hacía único.
Brasileños, alemanes y españoles llegaban por miles y eran los principales seguidores de las bellezas de la zona. Los géiseres y las decenas de atractivos de San Pedro de Atacama, eran promocionados en todo el mundo a tal punto que junto a las Torres del Paine y la Isla de Pascua recibían la mayor cantidad de visitantes al año.
La pandemia cambió todo y el turismo se vio seriamente afectado. De hecho, en San Pedro de Atacama hace más de un año que los llamados lugares de visitación están cerrados al público. La actividad se detuvo y con ello cientos de trabajadores quedaron sin su fuente laboral y el bullente San Pedro sufrió un cambio involutivo.
Hoy el sitio turístico Géiser del Tatio, reabrió sus puertas para acoger visitas. En primera con los nacionales y con el correr de las semanas las aperturas de fronteras y la vacunaciones se espera que vuelvan los extranjeros.
Para ello las comunidades de Toconce y Caspana, administradora de los géiseres, tras múltiples reuniones con autoridades de salud y Sernatur, definieron un estricto protocolo sanitario. Este ya se aplica y entre varios aspectos reduce los aforos y el uso de mascarillas, alcohol gel y lavado de manos es exigido sin excusas.
Esta marcha blanca, según los administradores, se ha realizado con éxito. La carga de visitantes permite el control e impide que lleguen personas contagiadas. Los volúmenes son mucho menores. Ya no son 1.500 personas diarias, el aforo es 300 y suficiente para operar un espacio turístico que presenta inconvenientes al trabajar alrededor de fumarolas y aguas ardientes.
Esta es la muestra que se puede hacer un turismo sustentable, de calidad y seguro. Es el primer paso para lo que pronto deberá hacer San Pedro de Atacama y sus 22 atractivos turísticos.