Neftali Agrella
Neftali Fructuoso de la Fuente y Agrella, es un distinguido representante de los escritores habidos en Mejillones y, en consideración a la temporalidad, también lo es de muchos otros que han contribuido con sus obras a las Letras Nortinas del siglo xx.
Testimonio del primer decenio de sus creaciones será "Savia Roja" (Mejillones, 1920). El quinquenio siguiente lo reflejará en " Poemas" (Valparaíso, 1925). Libro de madurez de "las dos distintas etapas de su labor poética: simbolismo y vanguardismo, además de sus ingeniosos "hai-kais". Ese fin de año se radica en Santiago. Un poeta llamado a ser grande, empezaba a distanciarse del Norte.
La obra de Neftali Agrella no debió verse afectada por los embates del olvido. Sus méritos eran de público conocimiento.
Fueron otros tiempos y otros hombres. Sin embargo, uno, Acevedo Hernández, dijo: "Un día, los libros de Neftali Agrella serán publicados y tendremos la labor de un escritor de verdad"
Alguien, un día, en el Norte, evaluará, estéticamente, algunas creaciones de Neftali Agrella de la Fuente. Es posible que, entre un sinfín de apasionantes circunstancias, se refiere, con lujo de detalles, al primer poeta, narrador, ensayista, antólogo, traductor, autor teatral y periodista que vivió en Mejillones; al primer escritor que, con una moderna concepción estética, singularizó a Mejillones; al primero en el tiempo en escribir uno, tres… ¿cuatro, nueve… diecisiete, veinte o más libros?; al "precursor del teatro superrealista en Chile"; a uno de los primeros autores nortinos con muy definida preocupación estética por las temáticas del mar; al primer escritor nortino que estudió, tradujo, compuso y editó hai-kais; al autor de la mejor elegía para el hombre de mar - "El Capitán Abandonado" - que se ha escrito en la Literatura Nortina; a aquel que, al cabo de innumerables merecimientos… lejos, en Santiago, tras larga y penosa enfermedad, pudo "culminar el júbilo llegando hasta la muerte…", en 1957.
Un espíritu amigo, entonces, sólo entonces, porque la poesía es la que pervive, dirán en la calma bahía de Mejillones:
Pero hay veces que revive todo / en una ráfaga de recuerdo…¡El poblacho, la playa, el sol / y los primeros versos!
NdeR. Neftali Agrella falleció el 24 de marzo de 1957.