Demuestran alta toxicidad de "araña arenera" presente en la costa de Antofagasta
CIENCIA. La Sicarius thomisoides vive en cerros, playas y quebradas cercanas a la costa. Investigadores de la UA publicaron un artículo donde señalan su alto potencial tóxico, similar al de la temida "araña de rincón".
Con la llegada del verano, se espera que también se incrementen las actividades que realizan las personas al aire libre -a pesar de la pandemia actual- tales como caminatas, campings o ciclismo de aventura. Incluso, puede aumentar la construcción de casas provisorias en quebradas o lugares alejados de los centros urbanos.
Con la mayor presencia humana en dichas zonas, aumentaría además el posible contacto con la "araña arenera", cuyo veneno tiene la misma toxicidad que el de la temida "araña de rincón".
Así quedó demostrado tras una investigación que fue publicada en la revista Toxins. Dirigió el estudio el doctor Alejandro Catalán del Laboratorio de Parasitología Molecular del Departamento de Tecnología Médica de la Universidad de Antofagasta, quien explicó sus alcances.
¿Dónde habita específicamente la "araña arenera"?
-En quebradas y cerros cercanos a la costa, como el balneario Juan López. Las arañas del género Sicarius están estrechamente ligadas a las Loxosceles (arañas de los rincones), siendo ambos parte de la "Familia Sicariidae".
En Chile, se ha descrito una amplia variedad de especies de arañas del género Sicarius, siendo la especie Sicarius thomisoides la más relevante, con una amplia distribución a nivel nacional, desde biomas desérticos y costeros del Desierto de Atacama hasta la zona central del país. Por lo tanto, es fácilmente ubicable en quebradas y en zonas cercanas a la costa, así, pudimos encontrar y capturar ejemplares en zonas relativamente cercanas de centros urbanos, a pesar de que su hábitat no es intradomiciliario, como en el caso de las Loxosceles.
¿Qué tipo de hábitos mantiene esta especie de araña?
-Sicarius es una araña de hábitos nocturnos, por lo que durante el día se puede encontrar debajo de grandes rocas. Se les conoce como "arañas areneras" de seis ojos, debido a la característica de cubrir su cuerpo con arena o piedrecillas, de tal manera de generar un camuflaje al momento de capturar a sus presas. Se ha documentado que la especie S. thomisoides es una de las más grandes y agresivas del género, e incluso, recientemente el doctor Taucare (investigador colaborador) publicó que son capaces de depredar pequeños vertebrados.
¿Es posible que la "araña arenera" pueda migrar a la ciudad?
-Sabemos que su hábitat no es intradomiciliario, por lo cual lo dudo. Sin embargo, no podemos descartar que sean las personas quienes invadan su hábitat, ya sea mediante expansión y construcción en zonas cercanas a donde estas arañas viven, como por ejemplo, lo que ocurre con las construcciones de campamentos en cerros y quebradas de nuestra ciudad. También se debe tener precauciones al realizar excursiones o trekking en los cerros y quebradas.
¿Por qué el veneno de la araña Sicarius thomisoides es tan tóxico?
-Debido a la presencia de las proteínas de la familia de las Fosfolipasas D. Estas toxinas son consideradas como el principal componente tóxico en el veneno de las arañas del género Loxosceles (araña de rincón). Es así, como en nuestro estudio demostramos la presencia de estas toxinas en el veneno de S. thomisoides, comprobando su efecto tóxico en ensayos in vitro e in vivo.
Entonces, ¿el veneno de S. thomisoides es igual de peligroso que el de la araña de rincón?
-Efectivamente, según los resultados de nuestro estudio.
Además del doctor Alejandro Catalán, participaron en el estudio las alumnas tesistas de la Carrerea de Tecnología Médica de la UA, Ivanka Percic y Verónica Valencia, quienes apoyaron principalmente el trabajo de campo. También participaron los alumnos del Doctorado en Ciencias Biológicas; Tomás Arán-Sekul y José Rojas, y la estudiante de pregrado de la Carrera de Bioquímica, Nelly Olivero.
Apoyaron el estudio los doctores Jorge Araya del Departamento de Tecnología Médica de la UA y Andrés Taucare Ríos del Centro de Investigación en Medio Ambiente y de la Facultad de Ciencias de la Universidad Arturo Prat.