Posibilidades para el futuro
Antofagasta tiene enormes potenciales para ofrecer al mundo del mañana. Pero debemos hablar más de aquello y menos del pasado, de lo que no fue. La minería verde, las energías renovables no convencionales, el hidrógeno verde, el uso de agua de mar, serán factores determinantes que debemos revisar, porque serán muy demandados por el planeta.
Resulta muy difícil de levantar ciertas temáticas que son fundamentales para el país, pero que no son ni populares, ni escandalosas, requisitos que parecen ineludibles para que un tópico sea de interés para algunas autoridades.
El mundo está cambiando, hay una revolución enorme con la cuarta revolución tecnológica y poco hablamos de los desafíos y oportunidades que esto acarrea. Un tercio de los empleos actuales está amenazado por los robots y la inteligencia artificial; la cantidad de hijos por mujer en Chile no asegura el recambio generacional, la población envejece; desentrañamos el genoma humano; hay una amenaza con el cambio climático; crece la economía digital, aparecerán nuevas pandemias, China seguirá incrementando su poder, entre otros factores.
Vale decir, la sociedad está cambiando radicalmente, no será la que conocemos, no puede ser leída con los patrones del siglo XX (izquierdas y derechas) y está encontrando al país como un mero observador, pues no somos líderes en prácticamente ninguno de los temas relevantes.
A pesar de todo lo anterior, Chile sigue entrampado en discusiones mayoritariamente pobres, ramplonas, del pasado, a excepción de algunas luces muy precisas. Pero esto puede comenzar a cambiar si observamos las oportunidades que tiene, especialmente Antofagasta. La minería verde, las energías renovables no convencionales, el hidrógeno verde, el uso de agua de mar, serán factores determinantes que debemos revisar.
Y esto es bien fundamental, lo que exige que la clase política debe dejar de pensar en lo que nos divide, en los anclajes del pasado y unirse para los temas del mañana, a riesgo de perder la posibilidad.
Chile, y Antofagasta en especial, tienen oportunidades inmensas, pero requerimos que, en especial, desde el Estado se ilumine el camino; si eso se logra, lo demás aparecerá solo. Hay gente capacitada, hay fundamentos para hacer construir, hay que mejorarlos, pero debemos avanzar advirtiendo el mundo que se viene. No podemos perder más tiempo y no podemos desaprovechar esta chance.