Correo
Chile
Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura, al preguntársele por la suerte de Chile, respondió con la demoledora frase Chile se fue al carajo.
Buscando la interpretación de este adjetivo, no tan común en nuestro país, sí en España y algunos países latinoamericanos, aparte de ser una grosería según la Real Academia de partida, nos deja muy mal parados en cuanto al futuro de nuestro país. Parafraseando lo más parecido a nivel nacional, es que Chile se fuera donde los actores antes de salir al escenario la usan como calaba.
Sergio Petricio Perlik
Doña María
Recuerdo a doña María y a don Vicente cuando atendían una botillería en la calle Avelino Contardo con Eduardo Lefort , era la época de mi último año en la carrera de pedagogía en Matemática, yo arrendaba una pieza donde el negro Vidaurre, en la noche nos bajaba la nostalgia y la sed pero doña María era dura en el fiado, mis amigos Jaime y Eliceo confiaban en mi para ir a pedir una botella de vino, un tarro de jurel, una cebolla más un limón al lápiz, y en el día del pago a primera hora la deuda estaba cancelada, me aprovechaba de la amistad que tuvo doña María y mi tía Hilda, en que ambas fueran enfermeras en la oficina salitrera Rica Aventura, esto lo supe una vez conversando con doña María, que me tuvo muy buena barra al contarle que yo era pampino y ahí supo que era sobrino de Hilda Farías.
Doña María quedo viuda y siguió un tiempo en su botillería que perdió la patente, según me contó, al olvidarse pagar en la fecha determinada, pasaron los años Doña María se fue olvidando, un día cualesquiera al dirigirme a mi trabajo, que es en una botillería, noté que mucha gente estaba en la calle Matías Rojas con Avelino Contardo, la casa de doña María se incendió, ella por suerte no estaba en su casa, a los pocos día falleció.
Varios profesionales y autoridades de hoy, quizás pasaron por su local y pidieron fiado como yo, ojalá en su momento de reflexión se acuerden de los tiempos en que doña María solucionó su problema de ese entonces.
Carlos Farías Farías
Karen Rojo
Tenía razón la diputada Catalina Pérez cuando se refirió a la poca vergüenza de doña K. Rojo en sus pretensión de ocupar un cargo político senatorial después de haber demostrado ser la alcaldesa más mala, con cero probidad y más perniciosa que ha existido en Chile; y eso que el TER consideró sólo una muestra de irregularidades para sancionarla, puesto que todavía su gente amiga impide que se haga una auditoría para que se conozca toda la verdad.
Cuando existen autoridades incompetentes y de mala clase, se produce el fenómeno que la gente también se echa a perder. Por esta razón, ojalá que la diputada Pérez y la Dra, Hernando, gestionen alguna legislación destinada a impedir que los políticos corruptos vuelvan a ocupar un cargo público.
Soledad Miranda
Convención constitucional
Hasta ahora, poco se ha hablado de uno de los aspectos más importantes de la próxima discusión constitucional; el reglamento. Este se ha caracterizado como una de las decisiones más cruciales del proceso. En eventos comparados este ha tenido una radical injerencia en el resultado final, mucho más que otras decisiones macro que se puedan hacer en el proceso. Lo anterior, toma renovada importancia en el contexto actual.
En efecto, los usos y prácticas que en el último tiempo se han dado de las reglas que norman los procesos de formación de la ley -y, ciertamente también, la tibieza ante muestras de presión indebida o derechamente violencia- han ido horadando de a poco el Estado de Derecho. Por eso, cada vez nos sorprendemos menos cuando se queman buses en nombre de supuestos "presos políticos".
Lo peor es que, guste o no, la idea del Estado de Derecho es mucho más que un tecnicismo; es la ulterior defensa de todas y cada una de las personas ante el ejercicio del poder. Frente a lo anterior, la definición del reglamento se vuelve aún más fundamental; uno que establezca la participación de la sociedad civil, tenga códigos de ética y, ciertamente, que intente blindar a los convencionales -en lo posible- de presiones indebidas.
La definición del reglamento, y el compromiso que tengan los convencionales con esta será la primera prueba de fuego que el proceso constitucional atravesará.
Magdalena Ortega Puebla
La Roja
Es curioso que no se confíe en los chilenos para dirigir la Roja. Hasta ahí llega el nacionalismo. Por sobre todo, preferimos los triunfos.
Paola Castillo