Reapertura de fronteras y turismo
Es apropiado el mensaje de la comunidad de San Pedro de Atacama: no apresurarse y asegurar que la actividad se retome cuando exista la suficiente seguridad. El turismo es una de las actividades más golpeadas con la pandemia y obviamente necesita retomar su actividad, pero con mucho cuidado y resguardos.
Desde la medianoche del lunes el gobierno abrió las fronteras para el ingreso al país de chilenos y extranjeros no residentes. Esta determinación fue tomada como un importante paso en la reactivación del turismo, uno de los rubros más golpeados por las restricciones sanitarias producto de la pandemia.
La región cuenta con una serie de atractivos turísticos que en las últimas décadas han crecido generando empleo y dinamismo a las pequeñas economías locales.
El mejor ejemplo de ello es San Pedro de Atacama. Pequeña comuna precordillerana que pudo lograr que sus bellos paisajes de desierto, lagunas, salares y montañas, fueran el atractivo deseado por viajeros, preferentemente extranjeros, quienes quedaban fascinados con sus incomparables contrastes.
La actividad creció, pero nunca contó con un ordenamiento que sirviera para determinar carga de visitas a los sitios turísticos y mucho menos capacidad en el mismo poblado, que cuenta con suministros básicos para su exigua población.
Por ello, las comunidades indígenas, administradoras de los atractivos, exigen que las autoridades definan protocolos claros para volver a la actividad. Pero a la vez, lo ven como la oportunidad para ordenar muchos de los temas que quedaron de lado con el crecimiento descontrolado del rubro.
En lo inmediato, les preocupa volver a la actividad sin protocolos claros y critican la reapertura de fronteras mientras no se cuente con la infraestructura sanitaria para atender un posible aumento de casos covid. Buscan evitar que se repita lo observado con la segunda ola que hoy a afecta a Europa.
En la otra vereda están los emprendedores y empresarios que por años han invertido y necesitan que el engranaje empiece a funcionar para que sus negocios reporten las necesarias ganancias. Aseguran que las condiciones están, de hecho varios ya abrieron sus negocios de hospedaje y alimentación, pero extrañan la llegada de los visitantes.
Esas son las variables que se conjugan para que el turismo vuelva a una nueva normalidad, con protocolos y exigencias que lo hagan más ordenado, seguro y menos invasivo.