Número de congresistas
Para los tiempos que corren es muy necesario asegurar representatividad. Lo complejo es que la ciudadanía ve en estos actores, un escollo con mínima credibilidad. ¿Debe Chile tener la actual cantidad de congresistas o dos cámaras? Si se consultara a la gente, la respuesta sería categórica, mucho más que la del plebiscito, pero el asunto tiene otras variables que deben revisarse.
La Cámara de Diputados rechazó esta semana la idea de legislar el proyecto que buscaba reducir el número de parlamentarios, evitando con esto que el tema vuelva a discutirse en el Congreso por al menos un año más. Una medida impopular que causó molestia en buena parte de la ciudadanía que ve en los legisladores a grandes responsables de la crisis actual.
Deberá recordarse que el aumento de congresistas se fundó en un punto específico: dar mayor representatividad a sectores distintos a la centroizquierda (Concertación/ Nueva Mayoría) y la derecha (Alianza/ChileVamos), que concentraban el grueso de los escaños.
¿Se logró aquello? Sí. Eso permitió, por ejemplo, que diputados como Catalina Pérez y Esteban Velásquez llegaran a la Cámara Baja solo con el 3,5% y 6,2% de los sufragios, a pesar de que hubo otros candidatos con mejores resultados.
La propuesta actual -para reducir los parlamentarios era promovida por legisladores oficialistas y contaba con el patrocinio del Gobierno, que le puso suma urgencia el pasado 27 de octubre: necesitaba 93 votos para avanzar, sin embargo obtuvo 78 a favor, 67 en contra y siete abstenciones. La iniciativa buscaba disminuir el número de diputados desde 155 a 140 y los senadores rebajarlos a 40 (actualmente son 43 y el 2021 pasarán a ser 50 según la última reforma que aumentó el número de legisladores y que aún no termina de ejecutarse).
Si eso pasaba, se ponía fin a esta mayor amplitud, cuestión que deberá definir la sociedad, en un asunto nada de menor, pero que debe ser analizado en su contexto más general: ¿Es necesario que Chile tenga tal cantidad de congresistas? ¿Son necesarias dos cámaras? ¿Y cómo garantizar una representatividad amplia? La ecuación es compleja y notoriamente se ve empañada en que muchos de los actuales representantes tampoco hacen demasiado por mejorar la alicaída imagen de un Congreso cuyo respaldo bordea el 4%, o menos del 10%, citando varios estudios.
Es cierto, los legisladores poco han hecho para mejorar su desempeño, hay enormes dudas respecto a la cantidad y costo que implican, pero mucho más por su real aporte a la democracia y la república.