Tras dichos de Donald Trump, republicanos y demócratas aseguran una transición pacífica
EE.UU. Las dudas que el presidente levantó respecto de los resultados de la votación por correo fueron rechazadas incluso por sus correligionarios. "Si los republicanos perdemos, aceptaremos los resultados", dijeron.
Varios senadores republicanos se distanciaron ayer de los polémicos comentarios en los que el presidente estadounidense, Donald Trump, se negó a comprometerse con un traspaso pacífico del poder si pierde las elecciones de noviembre.
Justo un día después de que Trump desatara la polémica en su país durante una rueda de prensa, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, trató de calmar los caldeados ánimos con un mensaje en Twitter.
"El ganador de las elecciones del 3 de noviembre será investido presidente el 20 de enero. Habrá una transición ordenada, como la ha habido cada cuatro años desde 1792", escribió el líder republicano.
"Veremos qué pasa", señaló Trump al ser consultado por si "respetaría los resultados" de las próximas elecciones presidenciales, en las cuales los reportes respecto de la intención de voto de los estadounidenses lo tienen por debajo de las preferencias en relación al candidato demócrata Joe Biden.
"Saben que me he estado quejando muy fuertemente sobre las boletas, y las boletas son un desastre", recalcó el actual mandatario norteamericano, crítico al sistema eleccionario que se utilizará en su país por las restricciones de circulación a raíz del coronavirus, abriendo las dudas respecto de su reacción frente a una eventual derrota en las urnas.
La presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, calificó de "realmente lamentable" que el presidente de Estados Unidos siquiera se planteara la interrogante de una elección adulterada. "¿Qué pensarían los fundadores del país?", se preguntó Pelosi, quien le pidió respeto a Trump por el histórico proceso en Norteamérica. "Cálmese, señor presidente", dijo Pelosi, al paso que le recordó al presidente de su país que Estados Unidos "no es Corea del Norte, Rusia, Arabia Saudí u otro país (...) usted está en Estados Unidos de América. Es una democracia. Así es que ¿por qué no trata por un momento de respetar nuestro juramento a la Constitución de Estados Unidos?".
Oposición republicana
Los dichos del presidente de los Estados Unidos movilizaron ayer a varios representantes del Partido Republicano, aparte del senador McConnell, para desmarcarse rápidamente de la polémica desatada por uno de sus partidarios.
Entre ellos, Lindsay Graham, reconocido aliado de Trump y jefe de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado, quien en entrevista con el programa "Fox & Friends" declaró que "si los republicanos perdemos, aceptaremos los resultados. Si la Corte Suprema falla en favor de Joe Biden, yo aceptaré el resultado".
Idéntica postura que tomó la representante republicana Liz Cheney, una de las líderes de la minoría en la Cámara de Representantes, que en redes sociales tuiteó: "La transferencia pacífica del poder está consagrada en la Constitución y es fundamental para la supervivencia de nuestra República. Los líderes del país prestamos juramento a la Constitución. Nosotros sostendremos ese juramento".
Otro representante republicano que trató de apaciguar las aguas fue el veterano senador Richard Shelby, jefe de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias, quien aseguró que en la historia de Estados Unidos "siempre hemos tenido una transición pacífica del poder. Es uno de nuestros sellos distintivos. Y pienso que este año no será una excepción".
La postura de biden
A Biden, su oponente demócrata actual, se le preguntó por los comentarios de Trump tras llegar a Wilmington, Delaware, el miércoles por la noche. "¿En qué país estamos?", preguntó con tono incrédulo y añadió: "Estoy bromeando. Mira, él dice las cosas más irracionales. No sé qué decirles sobre eso. Pero no me sorprende".
A medida que se acercan las elecciones, Trump ha subido el tono de sus críticas contra la votación por correo, un sistema del que ha dicho, sin evidencia alguna, que las votaciones masivas por correo llevarían a un fraude enorme.
Trump, quien vota por correo, ha establecido una distinción entre los estados que envían automáticamente boletas a todos los votantes registrados y aquellos que, como Florida, las envían solamente a los votantes que las solicitan.