Reactivación económica
Un año muy complicado, que aún no termina, puede compensarse con una decisiva cartera de proyectos desde el sector público. Ese empuje es fundamental. El Banco Central, afirmó que la economía chilena solo en 2022 logrará recuperar el nivel del tercer trimestre del 2019, cuando se pronosticaba un crecimiento del orden de 6,4 puntos para 2020.
El desconfinamiento gradual de los municipios chilenos luego del peak de contagios de covid-19 en junio y julio, las medidas de apoyo a los ingresos de los hogares y la posibilidad de que los ciudadanos retiren hasta el 10% de sus ahorros previsionales han tenido un efecto positivo para la economía, de acuerdo a las estimaciones del Banco Central.
Pero los números son muy complicados. El retroceso del PIB en 2020 estará entre el 4,5% y 5,5% de acuerdo al instituto emisor, que hace tres meses había proyectado una caída de entre 5,5% y un 7,5%.
"Este drástico cambio del panorama de actividad y demanda redujo las presiones inflacionarias de manera relevante", precisó el Central en su más reciente Informe de Política Monetaria (IPoM).
Las principales complicaciones son las de empleo. El crecimiento económico es el combustible elemental que permite la inyección de recursos, mueve la economía, crea trabajos y permite recaudar más impuestos que se traducen en ayuda social de todo tipo: construcción de caminos, compra de insumos médicos, pago de funcionarios de la salud y docentes, entre tantas otras actividades.
La región tiene hoy un desempleo del 13%, pero en realidad el flagelo afecta a un 30% de la población activa. La pandemia ha sido especialmente dura con rubros como el comercio, la hotelería y el turismo, que seguirán complicadas por mucho tiempo más.
En el contexto también hay que decir que la inversión privada puede sufrir retrasos importantes considerando las incertidumbres y complicaciones propias del momento. En ese plano, el Estado puede y debe asumir un rol más activo acelerando obras públicas demandadas por la sociedad, especialmente en el rubro construcción.
Sabemos que hay una enorme necesidad de viviendas, carreteras por construir, actividades que son intensivas en mano de obra, lo mismo que varias otras iniciativas semiparalizadas que ayudarán a la reactivación.
El sector público tiene la chance de liderar este repunte, por supuesto, guardando los cuidados sanitarios, porque la gente lo necesita mucho.