Tres propuestas
Poco se ha avanzado en demandas de corte local, sino apenas algunas conversaciones más especulativas, pero poco cuajadas en lo concreto. Nuestra región, con poquísima población rural y concentrada en las comunas de Antofagasta y Calama ofrece condiciones que podrían ser aprovechadas en cuestiones bien específicas.
Hay varias propuestas de desarrollo que están dando vueltas y que tienen que ver con transformaciones más o menos necesarias para avanzar en equidad, paz social y eficiencia. Debe decirse también que todas son de corte nacional.
Pero poco se ha avanzado en demandas locales. Hay ciertamente diálogos pendientes con la industria minera y con el gobierno central respecto al trato que tienen con el territorio, bien mezquino al fin y al cabo considerando el aporte realizado por la zona. Ello sigue allí, en espera.
Pero con mayor rapidez podrían ejecutarse iniciativas precisas. Una es iluminar con internet gratuita todos los enclaves urbanos. No debe ser un proyecto barato, pero no es inalcanzable. A esta altura ya debiéramos entender que el acceso a la red no es un lujo, sino una necesidad básica para cualquier persona.
Una segunda es el inglés. ¿Será muy difícil apostar a conseguir ser la primera región bilingüe del país? Se trata de un esfuerzo mayúsculo y desafiante, que debiéramos entender como un gran regalo, en especial para los menores y estudiantes que multiplicarán sus posibilidades, manejando esta lengua.
Por último, es clave comenzar a materializar un mayor esfuerzo en educación inicial. El estudio de "Diagnóstico de la demanda y déficit de infraestructura de Educación de Primera Infancia en la comuna de Antofagasta", realizado por Instituto de Políticas Públicas de la UCN precisó que la población de menores de 0 a 5 años en Antofagasta es de 29.998. De este segmento, 14.296 comprenden las edades entre los 0 y 2 años, pero solo existen 2.029 cupos, es decir, una cobertura al 14,19% para los menores en los centros Junji, Integra, o salas cuna privadas).
La región tiene una enorme deuda en este segmento, el más crítico para cualquier ser humano, pues allí se juegan fundamentos como la sociabilidad, lenguaje y personalidad. No sé trata de ser determinista, pero quienes no tienen esa chance, tienen mucho en contra.
La región, junto con las "grandes conversaciones", podría ponerse metas específicas en ámbitos determinados. Por qué no en corregir sus déficits de áreas verdes, bienes de uso público, entre otros.
Quizás aquello sirva para cohesionar una comunidad que tengo un sentido de pertenencia absolutamente necesario para enfrentar el futuro.