Pureza
Los que se creen mapuches puros nos dicen "huincas" a los que somos mapuches impuros. Esos mismos , en especial sus dirigentes, llaman "yanaconas" (traidores) a otros mapuches, que podrían ser más puros que ellos, sólo porque tienen voluntad de diálogo e integración. Esas son denominaciones racistas y discriminatorias. Estamos a la espera de la acción del INDH y de la ONU, sabiendo que es inminente que… miren para otro lado.
Si le quieren dar algún estatus especial como constituyentes, u otros privilegios bien remunerados, a estos presuntos "puros" , debería ser obligatorio probar con exámenes de ADN , hoy muy disponibles para trazar el origen genético, que tienen al menos un 50,01% de sangre autóctona. Si esos exámenes fueran públicos, podrían llevar a muchas sorpresas.
José Luis Hernández Vidal
Reflexión
Ha caminado por la costa durante el crepúsculo últimamente?
Antofagasta aparece descontrolada e imperfecta. Se convirtió, sin que lo notáramos, en una ciudad súper poblada en medio del desierto. Una ciudad en la que se levantan cientos de edificios sin ningún criterio. Junto a uno muy alto hay uno muy bajo, al lado de uno racionalista hay uno irracional, al lado de uno de estilo modernista hay uno sin ningún estilo. Probablemente estas irregularidades nos reflejen perfectamente, nuestras propias irregularidades estéticas y éticas.
Si se observa con calma, vemos que estos edificios se suceden sin ninguna lógica y demuestran nuestra total de planificación (exactamente igual es nuestra vida, la vamos haciendo sin tener la más mínima idea de cómo queremos que nos quede). Vivimos como que estuviésemos de paso en Antofagasta, somos los creadores de la cultura del inquilino.
En el sector norte, los edificios son cada vez más pequeños para dar lugar a nuevos edificios, más pequeños aún. Los Avisos Clasificados dividen los departamentos en ambientes y van desde los excepcionales cuatro dormitorios con balcón y terraza hasta el monoambiente.
¿Qué se puede esperar de una ciudad que le da la espalda a su mar?
Y, sin embargo, ante la prolongada ausencia de personas, Antofagasta se ha llenado de flores que brotan en el cemento mismo, creciendo donde no debieran crecer. Con una paciencia y voluntad ejemplar, logran erguirse con dignidad. No tienen nada y nada las detiene, son una metáfora de vida incontenible que, paradójicamente, ha visto la luz debido y a consecuencia de nuestra privación y debilidad.
¿Cuándo seremos una ciudad inalámbrica? ¿Quiénes habrán sido los genios que taparon el mar con edificios y el cielo con cables, tantos kilómetros de cables, que sirven para unirnos o para mantenernos alejados, cada uno en su lugar, conectado sólo por internet y la telefonía celular. Sometidos a la promesa de estar conectados siempre?
Todo parece señalar que en un mes podremos volver a salir de casa y, entonces, deberé marcharme. Permítame, mientras, darle en agradecimiento a la atención dispensada, estas vistas de la ciudad que usted tan orgullosamente posee.
María Rosa
El 6% también es mío
Ya queda claro que los fondos previsionales existen, que son de propiedad de cada trabajador, y por lo mismo hay que cuidarlos de nuestra clase política, que de una u otra forma buscan meterles mano.
Tampoco debemos perder de vista el destino de la cotización extra de 6% que se discute en la reforma previsional, el cual debe ir integro a la cuenta del trabajador, para compensar el retiro del 10% de los ahorros previsionales, o bien para juntar nuevos ahorros para futuras contingencias.
Hoy vemos cómo la oposición busca que el 6% de cotización extra se vaya íntegramente a un sistema de reparto.
Hoy debemos mirar hacia el futuro en materia previsional, en donde los trabajadores tengan mayor libertad sobre sus fondos previsionales, pero a la vez mayor responsabilidad sobre sus futuras pensiones, por lo mismo el 6% de cotización extra debe ser de cada trabajador que lo genere.
Eduardo Jerez Sanhueza
Fiestas patrias
La mayoría, estamos conscientes, de los grandes esfuerzos que ha hecho el gobierno, para ir solucionando los desafíos a que se ha visto expuesto, debido a la pandemia, y lo que ha significado económicamente para Chile.
En relación con la entrega de cajas con mercaderías, me gustaría que cada año se repartieran, tanto para Fiestas Patrias como para Fin de Año. Sería un alivio para el bolsillo y la alegría de muchas familias, que para esas festividades carecen de los recursos necesarios. Por supuesto que no es necesario que sean tan completas como las de ahora, pero acorde a la ocasión.
Jorge Valenzuela Araya