La Estación Valdivia
"Estimo que este proyecto, tendrá un impacto parecido al ex edificio de Correos, reconvertido en Biblioteca". Carlos Tarragó, Presidente de Corporación Proa
La Estación Valdivia se mantuvo en operación desde el año 1916 hasta la década del setenta. A partir de esa fecha el abandono, la herrumbre, la radiación solar, la humedad y las termitas hicieron su trabajo destructivo, pero sin perjudicar drásticamente su estructura ni su arquitectura. El paso del tiempo, además, la fue dejando en medio de un sector urbano muy populoso, pero carente de áreas verdes y espacios públicos.
En las últimas semanas hemos sido testigos de cierta polémica que ha suscitado la señalada estación, debido a que no ha recibido el calificativo de Monumento Nacional. Al respecto es conveniente aclarar que es el Consejo de Monumentos Nacionales quien tiene la potestad de proteger aquellos inmuebles o instalaciones que, por su valor patrimonial, es conveniente preservar, evitando su destrucción o una reconversión tal, que pierda su esencia. Estoy plenamente de acuerdo en que el Estado, a través del citado Consejo, ejerza toda su autoridad cuando un inmueble está en peligro de desaparecer por una nula intención de preservar el valor intrínseco que éste representa.
Sin embargo, cuando su dueño se haya empeñado en revitalizar la propiedad, rescatando su arquitectura y aportando un beneficio patrimonial, cultural y social tanto a su entorno inmediato como a toda la comunidad, estimo que en nada le aporta que el inmueble reciba el rótulo de Monumento Nacional. Esta opinión la baso en qué, al ser calificado de este modo, es como imponerle una especie de camisa de fuerza burocrática, que complica cualquier iniciativa de mejora que se pretenda realizar, por mínima que ésta sea.
Hace apenas unos días tuve la oportunidad de participar en una presentación telemática de funcionarios del FCAB, con relación al proyecto de rescate de la Estación Valdivia, considerado en el Plan de Reconversión de Patios. La exposición dio cuenta de los trabajos que se requieren desarrollar para habilitar la estructura, fachada e interiores de la estación.
Este trabajo que consideró encuestas, entrevistas, etc., demandó dos años, y fue desarrollado considerando las pautas y criterios técnicos que define el Consejo de Monumentos Nacionales para este tipo de intervención. La nueva estación consideraría entre otras dependencias, un auditorio, salas para exposiciones, talleres, charlas, etc. La superficie recuperable asciende a casi 900 M2. En el exterior se emplazarían jardines, cafetería, áreas públicas con internet gratuito, etc. Estimo que este proyecto, tendrá un impacto parecido al ex edificio de Correos, reconvertido en Biblioteca. En resumen, no puedo más que aplaudir la iniciativa del FCAB por el proyecto en cuestión, ya que su aporte comunitario, identitario y cultural será invaluable.