Una nueva cuarentena
La población debe ser respetuosa de esta medida extrema, pero necesaria y no perder la calma, ya que todos los servicios esenciales seguirán su funcionamiento. La región sumó ayer 283 contagiados, 172 n Calama y 99 en la capital regional, totalizando 6.991 casos (1.659 activos), de acuerdo al informe de las autoridades regionales.
Antofagasta, Mejillones, Tocopilla y Calama, están en cuarentena, una medida extrema, pero absolutamente necesaria considerando la cantidad de contagiados y decesos ocurridos con la pandemia de coronavirus.
Nuestra región es una de las más afectadas con aproximadamente siete mil infectados y entre 100 y 200 decesos. es una tragedia enorme y aún es difícil saber cuáles saber las causas que explican lo ocurrido. Como suele ser en estos casos, los factores son variados y van desde errores en la política pública hasta relajos en las decisiones individuales.
Que las cuarentenas fueron muy breves y tardías, que la región carece del número suficiente de especialistas, que hay un impacto de los turnos mineros, que la población no ha estado a la altura del desafío del auto cuidado. Todo esto ha repercutido en el descalabro que amenaza la vida de las personas.
Lo cierto es que hoy tenemos a más del 90% de la población regional confinada en sus casas, una situación que, esperemos, traiga consecuencias positivas y de una vez nos permita ver la luz al final de un complejo túnel.
Conviene recordar que un estudio realizado por el Imperial College de Londres dio cuenta de que las medidas de confinamiento aplicadas para hacer frente al COVID-19 permitieron controlar la pandemia y evitaron 3,1 millones de muertes en once países europeos.
El artículo fue publicado en la revista Nature y dio cuenta de que las medidas permitieron reducir en un promedio de 82% la tasa de reproducción del virus, de acuerdo a las conclusiones hechas por científicos británicos.
A nivel local, debemos entender que la red regional de salud está interrelacionada y lo que pase en Calama, Tocopilla o Mejillones repercute en Antofagasta y viceversa. Si el número de infectados graves excede la capacidad del sistema, llegaremos a escenarios que se saldrán de control y a instantes que nadie quiere: que el personal médico deba elegir a quién priorizar.
El momento es definitorio. Debemos tomarlo en serio de una vez.